Las ventas de autos usados se desbarrancaron 22 por ciento en febrero con relación al mismo mes de 2008, y cayeron 13 por ciento respecto de enero, por lo cual se
confirma que la crisis comenzó a impactar con fuerza en el sector automotriz.

Según la Cámara del Comercio Automotor (CCA), en febrero la venta de autos usados cayó a 96.700 unidades, cuando en el mismo mes del 2008 se habían comercializado 117.990.

La fuerte caída también se produjo en los primeros dos meses del año (206.070 unidades), lo que significó también un 22 por ciento de baja con respecto a igual período de 2008, cuando se comercializaron 251.181 unidades.

Si se compara febrero (96.700 unidades) contra enero de 2009, la baja llega al 13 por ciento.

El presidente de la Cámara del Comercio Automotor, Alberto Príncipe, dijo que durante enero y febrero, de las 206.701 unidades de autos usados comercializadas en Argentina, sólo el 30 por ciento, es decir, 62.010 vehículos, fueron vendidos en
agencias y concesionarias.

Las restantes 144.690 unidades se vendieron entre particulares y en forma clandestina, 30% (43.407 unidades) y 40% (101.284 unidades), respectivamente.

El directivo dijo que, "viendo estos números, es preocupante que tanto el gobierno nacional como los provinciales no se den cuenta de la plata que dejan de recaudar los fiscos por la venta clandestina.

"Dijimos 101.284 unidades en el período enero-febrero, pero durante 2008 llego a las 560.000 unidades anuales. Con una simple cuenta matemática, se darían cuenta de la gravedad de este sector", alertó Príncipe.

Se quejó de que "la venta clandestina se realiza mediante grupos de gente que utilizan la vía pública o los parques como playa de exhibición de su mercadería (con un "tachito" como cartel de propaganda) y donde los papeles y la documentación son casi inexistentes".

Con respecto a la rentabilidad, Príncipe dijo que "estas personas se llevan una parte proporcional exactamente igual a aquellos que estamos instalados".

"Somos los únicos que pagamos como corresponde los respectivos impuestos y somos los únicos que estamos expuestos a cualquier dificultad que pudieran tener los vehículos que vendemos, debido a la garantía que estamos obligados a entregar al cliente. Todo esto la venta marginal no lo tiene y convierte este negocio en una competencia absolutamente desleal, que por ahora no tiene solución", dijo Príncipe.

Por otra parte, -dijo Príncipe- "ante la caída mes a mes de las ventas, nuestras empresas están colapsadas de stocks de autos usados, por eso, le pedimos al gobierno que nos habilite una línea de crédito a baja tasa para poder seguir trabajando".