Hace una semana Néstor Kirchner pensaba diferente.

En el cierre de la campaña electoral en Catamarca, el ex presidente había salido a pegarles a los gobernadores que decidieron desdoblar los comicios provinciales de los nacionales.

A los gritos, Kirchner preguntó: "¿Por qué adelantan tanto las elecciones? ¿Qué le pasa a la burocracia política? ¿Tienen miedo de perder que separan las elecciones?".

Fueron casi las primeras palabras de su enérgico discurso de cierre de campaña.

Aquella frase dista mucho de las actuales intenciones del Gobierno de su esposa Cristina Fernández: adelantar las legislativas de Octubre para el 28 de junio próximo.

"Hagámosle entender al gobernador (Eduardo Brizuela del Moral) que la provincia también tiene que trabajar con la Presidenta y que vale más el interés colectivo que el individual", había dicho Kirchner al criticar la decisión del mandatario provincial de modificar la fecha de las elecciones.

Fue el jueves 5 de marzo, en un acto en la plaza San Martín de Catamarca. Kirchner apostaba todo o nada al primer desafío electoral del año en el que el gobernador Brizuela del Moral terminó siendo reelecto.

La elección tenía un simbolismo extra: el mandatario provincial había sido uno de los primeros en sumarse a las filas de los radicales K, pero el domingo pasado logró mantenerse en el poder con el apoyo del vicepresidente Julio Cobos.

La decisión del Gobierno K de modificar la fecha de los comicios nacionales sigue a la que tomó Mauricio Macri ayer de desdoblar las elecciones legislativas de la Ciudad de las de Octubre.