Por esta extraña medida, podrían paralizarse los trabajos en siete nuevas estaciones. Es menos de la mitad de lo gastado el año pasado, cuando las obras avanzaron poco
El Gobierno de Mauricio Macri decidió reducir en un 75% los fondos destinados este año para subtes, con lo que podrían paralizarse las obras de siete nuevas estaciones que están en marcha. Así, luego de que el jefe de Gobierno anunciara el año pasado que no construirá las nuevas líneas que había prometido durante la campaña electoral, ahora dejará casi totalmente desfinanciados los trabajos para extender las líneas A, B y H, que arrancaron durante gestiones anteriores.
Aunque en el presupuesto 2009 figuran 447 millones para subtes -aprobado por la Legislatura en diciembre pasado-, el Gobierno ahora decidió destinar únicamente 115.804.000 pesos. Así lo precisó esta semana el ministro de Desarrollo Urbano, Daniel Chain, ante el directorio de Subterráneos de Buenos Aires (SBASE) -la empresa estatal que tiene la misión de extender la red-, de acuerdo al acta de la reunión, a la que tuvo acceso este diario. El argumento que dio el funcionario fue "que existen fuertes restricciones de los recursos disponibles" por la caída de ingresos fiscales que ya está generando la crisis.
Ayer, mientras el gremio de la construcción protestaba en la calle contra la paralización del subte y otras obras públicas (ver pág. 35), el jefe de Gabinete, Horacio Rodríguez Larreta negó a Clarín esta información que surge de un documento oficial y que ya trascendió en ámbitos macristas del Ejecutivo y la Legislatura. "No estamos parando obras que estén en marcha, aunque si la crisis impacta en la recaudación no lanzaremos obras nuevas", dijo Rodríguez Larreta.
Considerando que SBASE gasta $ 20 millones anuales en su estructura administrativa, quedarán menos de 100 millones para obras en 2009, contra 338 millones que se invirtieron en 2008, cuando los trabajos avanzaron a un ritmo lento. De hecho, el año pasado Macri sólo pudo darse el gusto de inaugurar las estaciones Puán y Carabobo, de la línea A, cuya obra civil ya estaba terminaba desde 2007.
En cuanto al resto de las obras, Chain instruyó al directorio de SBASE para que renegocie con las empresas contratistas "la disminución del ritmo de trabajos o la suspensión de las obras" que ya están en marcha. Se trata de siete estaciones en total: dos de la línea A (Flores y Nazca), dos de la B (Echeverría y Rosas) y tres de la H (Corrientes hacia el Centro y Hospitales y Parque Patricios, hacia el Sur).
Los 115 millones que el Gobierno de la Ciudad dejará para el subte son los fondos que no puede tocar. Sucede que la ley nacional 23.514 establece que una porción (determinada por una fórmula de cálculo compleja) de lo recaudado en la Ciudad por impuestos de ABL y Patentes debe destinarse a la construcción de subtes. Esa plata, protegida por la ley 23.514 (dictada por el Congreso en 1987, antes de la autonomía porteña) es la única con la que contará SBASE en 2009, según informó Chain al directorio de la empresa.
El ministro había garantizado en la Legislatura, cuando se discutió el presupuesto 2009, que el Estado porteño aportaría más de 300 millones extra de fondos genuinos del Tesoro, que ahora no estarán. En ese momento, cuando el diputado Sergio Abrevaya (Coalición Cívica) le preguntó si ese dinero no estaba sujeto al acceso a financiamiento externo, que sería muy difícil de conseguir en medio de la crisis, Chain prometió que no.
Durante esa discusión del presupuesto, el presidente de SBASE, Jorge Irigoin, había dicho que la empresa necesitaba al menos 500 millones de pesos este año para no paralizar las obras en marcha. Y había considerado que un presupuesto razonable para avanzar a buen ritmo era de entre 700 y 900 millones.
Ahora Irigoin -que fue ejecutivo de las empresas de Franco Macri- está enfrentado con Chain y estaría cerca de dejar su cargo.