El Gobierno porteño prometió pagar sueldos atrasados, retrotraer despidos y otorgar un bono de 500 pesos. Pablo Moyano levantó las medidas de fuerza
Dos de los sindicatos más poderosos, ambos ligados al kirchnerismo, realizaron hoy fuertes protestas contra el gobierno de Mauricio Macri. Uno de los reclamos lo realizó un sector de Camioneros, encabezados por el secretario adjunto del gremio, Pablo Moyano. Desde temprano mantuvieron un corte en Constitución, en San José y Caseros, en reclamo del pago de salarios atrasados.
Según informó el diario Clarín, cerca del mediodía, Moyano hijo ingresó en la sede del Gobierno porteño para reunirse con dos ministros de Macri, para presentar sus reclamos. Del encuentro, que tuvo un cuarto intermedio y se reanudó pasadas las 5 de la tarde, participaron Juan Pablo Piccardo, ministro de Espacio Público, y Néstor Grindetti, ministro de Hacienda. A Moyano lo acompañó otro dirigente sindical.
Mientras duró la reunión, los camioneros siguieron concentrados en Caseros y San José, y amenazaron con marchar a la sede del gobierno de la Ciudad. Sin embargo, tras varias horas de reunión, el Gobierno porteño se comprometió a pagar los sueldos atrasados, retrotraer suspensiones y despidos y otorgar un bono de 500 pesos.
Tras el acuerdo, Moyano hijo salió a anunciar el levantamiento del paro de los trabajadores que se dedican a la limpieza de sumideros y bocas de tormenta, tanques atmosféricos y provisión de agua a villas de emergencia; y la desconcentración de los gremialistas.
El sindicato que conduce el titular de la CGT, Hugo Moyano, reclamaba una deuda salarial de la que responsabilizó al Gobierno porteño por "seguir recortando gastos sobre los trabajadores, al recortar gastos sobre las empresas".
Según Moyano, a los trabajadores se les adeudan dos meses de sueldo porque "el gobierno de la Ciudad no les paga a las empresas desde hace seis meses, y éstas empezaron a suspender empleados". "Pobre Macri si llega a haber un despido", advirtió el camionero, que también amenazó con la posibilidad de que parasen "todas las actividades de recolección de residuos".
En tanto, otra protesta, pero de la Unión de Obreros de la Construcción (UOCRA), puso en alerta al jefe de Gobierno porteño . Este sindicato salió a reclamar por el freno en las obras públicas. Desde la Plaza Once, los manifestantes se dirigieron hacia la sede del Gobierno porteño, donde se desplegó un fuerte operativo de seguridad con 300 policías. Según fuentes sindicales, la Administración Macri "habría comunicado a las empresas que no tiene fondos para seguir la ampliación de las líneas (de subte) y eso deja a más de 700 trabajadores sin empleo".
En la Jefatura de Gobierno, los obreros entregaron un petitorio en contra de los despidos de las empresas contratistas. Además del subte, denunciaron que las obras frenadas incluyen la refacción de hospitales y escuelas, obras del Bicentenario, del Teatro Colón y el San Martín.
De todas formas, esta tarde, la UOCRA y las autoridades porteñas acordaron pasar a un cuarto intermedio hasta el martes, cuando seguirán con las negociaciones en la sede del Ejecutivo, en Avenida de Mayo al 500. Según el gremio, hasta ese día no habrá nuevas protestas.
En medio de la desconcentración, Rubén Pronotti, de la UOCRA Capital, dijo que fueron notificados de la paralización de las obras en tres líneas del subte. "Unos 400 obreros ya perdieron su trabajo y en los próximos meses, si esto sigue así, más de 2.000 compañeros pueden perder su fuente de trabajo", le dijo a Clarín.com.
El año pasado, la UOCRA participó de una jornada de protesta contra Macri con 14 cortes simultáneos en Capital. Esa protesta derivó en una probation para los dirigentes gremiales.