Gravemente enfermo, el recordado protagonista de "Ghost" estrena este domingo su nueva serie The Beast, donde se pondrá en la piel de un agente del FMI
Para Patrick Swayze 2008 fue un año muy demasiado intenso: apenas estaba despidiéndose de 2007 cuando una molestia lo llevó a consultar al médico y el diagnóstico marcó un antes y un después: cáncer de páncreas.
Quiso mantener su situación en privado, pero la prensa se enteró y al poco tiempo aparecieron las noticias sobre su grave situación de salud e incluso, algunos, informaron que sólo era cuestión de meses.
La noticia no cambió sus planes y quiso seguir adelante con su nuevo proyecto para tele: ponerse en la piel del duro agente del FBI Charles Barker en la serie The Beast.
Aunque su cuerpo estaba débil y no le fue fácil soportar el frío clima de Chicago, donde se grabó la ficción, él siguió adelante con una sola meta: vivir intensamente.
A&E estrenará en exclusiva “The Beast”, protagonizada por Patrick Swayze y Travis Fimmel, este domingo a las 21.
La serie, producción de Sony Pictures Television para A&E, es un policial que está llena de suspenso, intriga, acción y emoción que transcurre en la ciudad de Chicago.
Relata la historia de Charles Barker, un eficiente y controversial agente del FBI (Swayze) que debe entrenar a su nuevo compañero, Ellis Dove (Fimmel), mientras trabajan en peligrosas misiones como agentes encubiertos, manipulando todas las situaciones, probándose a sí mismos constantemente y cuestionándolo todo.
El joven agente debe aprender de las duras y extremas exigencias de su tutor, cuyos métodos de trabajo son cuestionables.
"He vivido 159 vidas y planeo seguir sacando provecho. Cuando pensás en cuáles son tus opciones recordás eso que dicen: ´Vive la vida y no lamentes tu muerte´", dijo el actor de 56 años en la primera entrevista televisiva que dio para hablar sobre su salud y promocionar su ficción.
A poco más de un año del primer diagnóstico, Swayze sigue adelante con su lucha junto a su inseparable esposa, Lisa Niemi, con quien lleva casado más de 33 años.
"Tengo la maldad y la pasión necesaria para decir: al diablo con todos. Obsérvenme, vean lo que puedo hacer. Jamás tuve una discusión con ellos -refiriéndose a la prensa-, pero cuando comienzan a molestar a la gente que quiero, cuando molestan a mi familia, ya sabés, la fe es algo muy frágil. Y nadie debería robarle la fe a la gente que amo, mucho menos si es por algo injustificado o falso", comentó.
Lejos de los papeles románticos que supieron llevarlo a la cima -como los films Dirty Dancing y Ghost-, el actor optó por un rol de duro, ese que supo interpretar en algunos muy olvidables films.
"Quitale la esperanza a un hombre y se convertirá en un animal", es la frase que aparece en el piloto de la serie adelantando -quizás el alma- de esta historia, que cuenta en esta primera etapa con 13 capítulos.
En el primer episodio de The Beast, el domingo próximo, a las 21 por a A & E, se presentarán en escena los dos agentes que llevan adelante la historia: uno, curtido por el trabajo y sin tiempo para aclaraciones o concesiones; el otro, un novato que aún no sabe de qué se trata su tarea diaria y cuánto de su cotidianeidad deberá perder a cambio.
Barker es un agente del FBI que no duda en aplicar sus propios métodos para atrapar a los malos, aunque a veces no quede del todo claro a dónde se ubica él. Bajo su ala, está su discípulo, Ellis Dove, interpretado por el modelo australiano devenido actor Travis Fimmel. Baker intentará enseñarle el oficio, pero él primero deberá pagar derecho de piso.
Sus colegas y los productores de la serie destacaron la buena actitud y predisposición del actor para grabar la serie. Swayze quiso hacer todas sus escenas de acción y casi no faltó ningún día de grabación.
En los Estados Unidos la fecha esperada de estreno era el 15 de enero, pero su cuerpo no estaba listo para la larga etapa de promoción y una semana antes, una neumonía lo depositó en el hospital, pero a los pocos días pudo salir recuperado.
Un romántico, un duro, ángel o demonio; Swayze es un luchador y está dispuesto a hacer realidad su propio milagro de vida y a sacarse a su bestia de encima.