Es la historia sin fin.

La presidenta Cristina Kirchner volvió a embestir hoy contra los medios de comunicación y pidió a los intelectuales argentinos que ayuden a la sociedad "a desentrañar los mensajes" que le envía la prensa "bajo aparente objetividad y prescindencia".

"El desafío es volver a ejercitar el pensamiento audaz, no convencional, no sometido a las reglas que vemos diariamente en los medios de comunicación en donde casi se repite monocordemente un guión o un libreto que nunca se sabe quién lo elabora pero que todos tenemos fuertes sospechas a qué intereses responden", lanzó la jefa del Estado esta mediodía tras firmar un convenio para la remodelación y refacción de la Biblioteca Nacional.

Asimismo, llamó a la intelectualidad argentina a "ayudar a la sociedad a desentrañar los mensajes que le envían [los medios de comunicación] bajo aparente objetividad y prescindencia" y añadió: "son directamente atentatorios de las posibilidades de movilidad social, de redistribución del ingreso y de una participación democrática".

Recordó que pensadores como Arturo Jauretche, Raúl Scalabrini Ortiz, Homero Manzi o Enrique Santos Discépolo "no aparecían en los medios de la época" y "estaban casi silenciados" e irónicamente preguntó: "¿Saben por qué?, porque nunca dijeron nada importante, nada que trascendiera".

"Esos hombres que resultaron ignorados por los medios de la época, que eran desconocidos para el gran público, fueron los que forjaron un pensamiento nacional que aún hoy resiste contra algunos embates y lo vamos a hacer como siempre, en forma victoriosa", subrayó.

La Presidenta pronunció este cuestionamiento a los medios de comunicación durante la ceremonia de apertura de los sobres de la licitación para la construcción del Museo del Libro, que está a cargo del famoso arquitecto Clorindo Testa, y de un programa de obras de remodelación de la Biblioteca Nacional por 17 millones de pesos.

Por otra parte, volvió a referirse a la crisis financiera internacional y aseguró que pensar que es "sólo un problema económico y financiero es no comprender la verdadera esencia del problema, que es la matriz política e ideológica que generó esta verdadera debacle internacional".

"En ese sentido, podemos hacer aportes a esa discusión que irremediablemente viene", afirmó la mandataria, quien planteó la necesidad de "encauzar ese debate en términos de solidaridad y respeto a la condición humana" porque existen "múltiples ejemplos" en los que las crisis económicas "dieron lugar a movimientos políticos y sociales que terminaron con verdaderas tragedias para la humanidad".