El traficante de armas, estrechamente ligado al menemismo, recibió esa pena por conspirar para vender armamento a la guerrilla colombiana de las FARC
El traficante de armas sirio Monzer Al Kassar fue condenado ayer en Nueva York a 30 años de prisión por conspirar para vender armamento a la guerrilla colombiana de las FARC, informó la DEA en un comunicado.
Al Kassar, de 63 años, había sido procesado en noviembre por un tribunal federal estadounidense por "complot para proporcionar ayuda y medios materiales a una organización terrorista, para matar ciudadanos y militares estadounidenses, para comprar y utilizar misiles antiaéreos y para blanquear dinero". Según la acusación, había vendido armas por valor de miles de millones de dólares a las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia en 2007.
Con un largo historial de causas en la justicia de varios países, Al Kassar fue extraditado a EE.UU. desde España, en junio del año pasado, luego de que las autoridades de Washington aseguraran que no sería condenado a muerte.
El traficante sirio había sido arrestado en junio de 2007 en el aeropuerto de Madrid, tras ser acusado por la justicia de EE.UU. La acusación afirmaba que él sabía que las FARC habían secuestrado a ciudadanos estadounidenses para disuadir los esfuerzos de Washington por controlar el tráfico de cocaína.
Al Kassar había vendido armas desde los años 70 a militantes islámicos palestinos y a clientes en Nicaragua, Bosnia, Croacia, Irán, Irak y Somalia, según alegó el año pasado la embajada de EE.UU. en Madrid.
Ayer, el juez de Nueva York Jed Rakoff condenó además al cómplice de Al Kassar, el chileno Felipe Moreno Godoy, de 59 años, a 25 años de prisión. Los fiscales lo calificaron como la mano derecha del traficante sirio.
El nombre de Al Kassar es conocido en la Argentina. Estuvo estrechamente ligado al menemismo en los primeros años de la década del 90. También fue investigado por la Justicia argentina en varias causas, entre ellas por la venta ilegal de armas a Croacia y Ecuador, y sobre todo por el delito de falsificación de documento público, según el diario Clarin.
A fines de 2006, la Corte Suprema ordenó que se lo siguiera investigando por la obtención en tiempo récord de documentos argentinos, supuestamente falsificados. Durante el primer mandato de Carlos Menem, Al Kassar obtuvo en menos de un mes un DNI y una cédula extendida por la Policía Federal. El y su familia habían obtenido la residencia permanente el 7 de febrero de 1990, y al día siguiente ya tenían DNI, cédula federal y pasaporte para extranjeros. Supuestamente, la foto había sido tomada en el despacho presidencial.