Ambientada en los barrios pobres de Bombay, la película ganó como mejor filme y otros siete premios
Por Sebastián Martínez Daniell
"Slumdog Millionaire", el filme británico ambientado en la India, fue finalmente la gran ganadora de la ceremonia de la 81ma entrega de los Oscar de la Academia. Con ocho estatuillas, incluyendo la de mejor película y la de mejor director, el trabajo del inglés Danny Boyle, se transformó en la beneficiaria indiscutible de una gala que apuntó sus cañones a remontar los alicaídos índices de rating que la televisación de la fiesta magna de Hollywood viene arrastrando en los últimos años.
Como contracara, el gran perdedor de la velada fue "El curioso caso de Benjamin Button". Si bien se llevó tres premios de la Academia, todos fueron obtenidos en categorías poco populares (efectos especiales, maquillaje y dirección de arte) y resultó pareciendo poco si se tiene en cuenta que había recibido la friolera de trece nominaciones.
En cambio, "Slumdog Millionaire" se quedó con las distinciones como mejor película, mejor director, mejor música original, mejor canción, mejor edición, mejor sonido, mejor fotografía y mejor guión adaptado.
"Slumdog Millionaire" cuenta la historia de Jamal, un joven de 18 años surgido de los barrios más pobres de Bombay, que llega a la final de la versión local de "¿Quién quiere ser millonario?", luego de responder una serie de complicadísimas preguntas.
Sin embargo, antes del programa final, en el que será premiado con 20 millones de rupias, la policía lo detiene por sospechar que ha hecho trampa. Sin embargo, una vez bajo interrogatorio, Jamal contará la historia de su vida, que contiene las claves de su inverosímil erudición y una tierna historia de amor.
La ceremonia, que finalmente duró más de lo que sus productores pretendían, fue conducida con soltura por el actor australiano Hugh Jackman, quien hizo gala de sus dotes como cantante y bailarín, en un par de números musicales que se contaron entre lo mejor de la noche.
Sin embargo, los dos momentos más emotivos de la noche no tuvieron a "Wolverine" Jackman como protagonista. El primero ocurrió cuando se anunció que el fallecido Heath Ledger había ganado el premio al mejor actor de reparto por su "Guasón" en "Batman, el caballero de la noche". El segundo se produjo cuando subió al estrado el eterno Jerry Lewis para levantar un premio especial que funcionó como reconocimiento a su persona y a su obra.
Por lo demás, la ceremonia (de a ratos entretenida, pero inevitablemente extensa) transcurrió sin sobresaltos. Y es que, de hecho, todos los premios importantes fueron a parar a las manos que ya se preveían.
De este modo, Penélope Cruz, por ejemplo, se transformó en la primera actriz española en recibir un Oscar de la Academia, por su labor de reparto en "Vicky Cristina Barcelona". También fue previsible el triunfo de Kate Winslet como actriz protagónica, por su trabajo en "El lector".
Winslet había sido nominada en cinco oportunidades, pero nunca había logrado subirse al estrado y levantar la estatuilla. No pudo hacerlo con "Sensatez y sentimientos", ni con "Titanic", ni con "Iris", ni con "Eterno resplandor de una mente sin recuerdos", ni con "Secretos íntimos". El Oscar llegó a sus manos finalmente con "El lector", un controvertido filme sobre el Holocausto.
A su vez, el protagonista de "Milk, un hombre, una revolución" Sean Penn, se llevó el premio al mejor actor, que ya había obtendido en 2003 por "Río místico". Ésa fue quizás la única sorpresa de la noche, ya que de acuerdo con las previsiones de los últimos días, el Oscar iría a parar a manos de Mickey Rourke por su papel en "El luchador". Pero finalmente los votantes de la Academia inclinaron sus preferencias por Harvey Milk, el militante que se convirtió en el primer político de los Estados Unidos que admitió públicamente su homosexualidad y fue elegido para un cargo público.
En tanto, el Oscar para el mejor filme en lengua extranjera fue para la japonesa "Partidas", dirigida por Yojiro Takita. Se trata de la historia de un chelista que deja su orquesta atrás, se muda a una ciudad lejana y responde a un aviso laboral publicado por la empresa "Partidas", pensando que se trata de una agencia de viajes. Sin embargo, se trata de una empresa fúnebre.
El resto fue casi todo para "Slumdog Millionaire". El gran ganador de la noche.