La sorpresiva decisión de la Comisión de Enlace dejó a todos atónitos. La medida fue suspendida cuando Cristina Kirchner reclamó ayuda para enfrentar la crisis
Estaba todo listo: la modalidad, duración y fecha del nuevo paro agropecuario. Hasta las 19 de ayer, el campo iba camino a una nueva medida de fuerza contra la política oficial para el sector. Pero el discurso que la presidenta Cristina Kirchner dio al anunciar en Olivos un plan social, y sobre todo la frase en la que pidió "a todos los argentinos" que la ayudaran en el actual contexto de crisis económica internacional, cambió bruscamente la estrategia de los ruralistas, que decidieron postergar sus acciones y esperar una convocatoria del Gobierno al diálogo.
La decisión fue recibida con satisfacción por la Casa Rosada: en palabras del ministro del Interior, Florencio Randazzo, fue "madura y responsable", según adelantó el diario La Nación.
Incluso, fuentes oficiales dejaron trascender anoche que si el sector vuelve a pedir una audiencia, se evaluaría la posibilidad de un encuentro con Cristina Kirchner.
Eduardo Buzzi, el presidente de la combativa Federación Agraria, fue quien anunció la postergación de la protesta en nombre de las cuatro entidades rurales. "Entendiendo la preocupación de la Presidenta por la pobreza estructural, esta Comisión de Enlace posterga cualquier forma de protesta y reitera que está dispuesta a ayudar y ser parte de la solución, en tanto se la convoque a dialogar", dijo. Antes había repasado los reclamos que en los últimos tres años vienen haciendo los productores: baja de las retenciones, apertura de las exportaciones de granos, carne y leche, y normalización de los mercados agropecuarios.
Para tratar esos temas, el 21 de enero el campo había pedido una audiencia con la Presidenta, sin obtener respuesta. Anoche, los ruralistas dedicaron varias horas a explicarles a sus filiales del interior -que estaban listos para salir a las rutas- la estrategia detrás de la postergación.
Antes de anunciar la suspensión del paro, Buzzi había hecho un extenso repaso de los reclamos que en los últimos tres años vienen haciendo los productores agropecuarios, que piden la baja de las retenciones; la apertura de las exportaciones de granos, carne y leche; y la normalización de los mercados agropecuarios. Para tratar esos temas, la Comisión de Enlace le pidió una audiencia a la Presidenta el 21 de enero. Hasta anoche no había obtenido una respuesta oficial.
Los dirigentes de Federación Agraria, Coninagro, Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) y la Sociedad Rural afirman que en la decisión de suspender la protesta no influyó ninguna comunicación con el Gobierno. Y que tampoco tuvieron peso los llamados telefónicos hechos por colaboradores del gobernador santafecino, Hermes Binner, que anoche le pidió personalmente a la Presidenta que suspendiera el cobro de las retenciones para paliar las consecuencias de la sequía.
Más allá de esta suspensión, el campo confirmó una movilización en Leones -Córdoba- para el viernes próximo y la participación de sus dirigentes en una audiencia pública convocada por la oposición para el miércoles en el Congreso. También sigue organizando un acto en Córdoba -que espera sea multitudinario-: será el 12 de marzo en el estadio Orfeo y se convocará a todos los sectores económicos que dependen de la producción primaria.
Los ruralistas tienen la certeza de que a mediados de abril, cuando los productores confirmen las pérdidas por la sequía y tengan que "pagar las cuentas", la intensidad del reclamo será mayor y sumará a otros sectores.
La estrategia de confrontación comenzó a cambiar mientras los dirigentes escuchaban por Internet el discurso de la mandataria. En un momento, el vicepresidente de la Federación Agraria, Pablo Orsolini, le tocó el hombro a Buzzi y le dijo: "Tenemos que agarrarnos de eso". "Eso" era el pedido de ayuda que hizo la Presidenta. Enseguida, la propuesta encontró respaldo en el vicepresidente 2° de CRA, Ricardo Buryaile, a lo que se sumaron los presidentes de Coninagro, Carlos Garetto, y de la Sociedad Rural, Hugo Luis Biolcati. Pasado el mediodía, cuando definían si el paro comenzaba mañana o el domingo, la idea había sido sugerida también por el presidente de CRA, Mario Llambías. En las últimas semanas, todos esos dirigentes habían calificado de "inevitable" una nueva protesta.
"Después de un discurso sobre la pobreza y en el que se pide ayuda, no podíamos dinamitar con actitudes grotescas la capacidad de conducción que tiene la Comisión de Enlace. Los productores que vienen aguantando tantos años pueden esperar una semana más", explicó un ruralista. "Conocemos bien y desde hace mucho la pobreza estructural en el interior porque convivimos con ella en nuestras provincias, por eso decidimos posponer la medida de fuerza para ponernos a disposición de la Presidenta y buscar soluciones en forma conjunta", agregó Biolcati.
La mesa de enlace sesionó durante más de seis horas en el predio de la Rural en Palermo. Visiblemente cansados, con algún nerviosismo y, en algún caso, evidente mal humor, los ruralistas también le respondieron a la Presidenta. "Me preocupa que haya tenido que pasar lo de Tartagal para que descubran la pobreza estructural", dijo Llambías. Y Biolcati insistió: "No es éste el sector que tiene los grandes beneficios".