Luego del acuerdo con Macri, reiteró que convocar a elecciones para definir el orden de la lista con Narváez "es imposible" y que está dispuesto a competir en 2011
Pocas horas después de acordar una alianza electoral con Mauricio Macri y Francisco de Narváez, Felipe Solá comenzó a desplegar la estrategia para terminar de despegarse del kirchnerismo, reiteró que no quiere ir a internas para definir el orden de la lista de candidatos para octubre y que pretende competir en 2011.
El ex gobernador bonaerense defendió su decisión de romper con el bloque oficialista en la Cámara de Diputados, que concretó a fines del año pasado para conformar un espacio antikirchnerista con duras críticas al oficialismo.
"La disidencia es algo permitido en el peronismo, pero no en el kirchnerismo", fustigó el diputado en alusión a las críticas que le hizo uno de los oyentes, convocados hacerle preguntas, durante la entrevista con Magdalena Ruíz Guiñazú que se emitió por radio Continental.
Además, apuntó contra quienes sugieren que debería renunciar a su banca por haber accedido a ella como candidato por el Frente para la Victoria. "Fui el primer candidato en 2007, tengo mis votos en la provincia y no se los debo a nadie, ni a Néstor Kirchner, ni a Cristina Kirchner ni a nadie. En todo caso, los que tienen deudas conmigo son ellos, pero no me las pienso cobrar", arremetió, según el diario La Nación.
El embate no se detuvo allí: "A quienes plantean que yo tengo que renunciar, los desafío a que se presenten a elecciones, a ver si pueden retener su banca", completó.
Sin internas. En este punto, debió responder cómo se definirá el orden de los candidatos del flamante frente electoral, uno de los temas que mayor rispidez genera entre Solá y Narváez. El ex gobernador no se movió un centímetro de su postura. "Ir a internas sería lo ideal. Pero, en internas la gente no va a votar, termina ganando el que tiene más plata y, además, con Francisco [por de Narváez], no tenemos partido, por lo que tendríamos que ir a una interna abierta", enumeró.
Enseguida, ahondó sobre este último punto: "Si hacemos internas abiertas, le estaríamos dando la oportunidad de votar a todos los que tenemos en contra, porque cualquiera está habilitado para votar". Y conclutó: "Las internas abiertas no son prácticas ni posibles".
Hacia el final de la entrevista, y ya más distendido, Solá volvió a dejar claro su deseo de competir por la presidencia en 2011. "Hemos tomado la decisión de ser rotundos y serios, pero no dramáticos. La vida no se termina en octubre", afirmó. Fue entonces, cuando Ruíz Guiñazú deslizó: "Claro, la vida no se termina en octubre porque usted quiere ser presidente". Aunque vino con aclaración, la respuesta fue contundente: "Sí quiero ser presidente. Pero no voy a transformarme en algo que no soy para serlo".