Algunas compañías de medicina privada ya envían facturas con aumentos y habría una nueva alza en los precios para el mes de abril. ¿No se habían frenado los aumentos?
Algunas compañías están mandando las facturas de febrero a sus clientes con aumentos del 5 por ciento. Y todavía falta otro incremento de igual magnitud para abril. Hace poco más de un mes, el Gobierno promocionó que había frenado los incrementos pautados por las empresas. La tregua duró muy poco.
La prepaga Galeno, junto a los hospitales Italiano, Alemán, Británico, Centro Gallego, Español, Sirio Libanés, el Centro de Educación Médica e Investigaciones Clínicas (CEMIC), picaron en punta y ya facturaron febrero con un aumento del 5 por ciento. No hubo aviso previo a los clientes porque las empresas consideran que ya lo habían hecho antes de fin de año, cuando lo anunciaron y el Gobierno detuvo esa intención. La movida de las prepagas y de los denominados hospitales de comunidad había sido adelantada por este diario en su edición del 15 de enero último, según un informe que realizó el diario Crítica de la Argentina.
Representantes de la Cámara de Instituciones Médico Asistenciales de la República Argentina (Cimara) y de la Cámara de Instituciones de Diagnóstico Médico (CAIM) se reunieron en reiteradas oportunidades desde mediados de enero con el secretario de Comercio, Guillermo Moreno, y acordaron de palabra el aumento en dos tandas con un mes de intervalo.
Según fuentes del sector, los aumentos no fueron comunicados oficialmente, pero justificaron la medida a partir de que los clientes en noviembre habían recibido una notificación por un aumento del 10% que nunca se concretó. Para incrementar las cuotas las empresas de salud primero deben encargarse de informarles a sus clientes de la suba con 60 días de anticipación. Como éste es un mercado desregulado, las subas son legales. Mientras, en el Congreso duerme un proyecto para regular el sistema.
La Cámara de Diputados ya dio media sanción a la ley que regula el mercado. El jefe de Gabinete, Sergio Massa, es un defensor de esa iniciativa.
La industria preveía que el aumento se iba a anunciar en enero, pero Swiss Medical Group y OSDE, entre otras, optaron por no variar las cuotas hasta que la Secretaría de Comercio hiciera oficial el incremento del 10% desdoblado prometido.
El argumento de las compañías es que sus costos aumentan, cuanto menos, un 10% por el encarecimiento de la medicina a nivel internacional. A eso le suman los mayores costos internos. Justamente, las cámaras empresariales argumentan que, en los últimos meses, los insumos medicinales se incrementaron alrededor del 30% en promedio.
La medicina prepaga tiene 2,3 millones de usuarios. El servicio ya se había encarecido el 40% durante 2008. Actualmente, el costo de un plan promedio de salud para un grupo familiar tipo es de 800 pesos. Un plan individual cuesta alrededor de 250 pesos.
En diciembre las principales compañías del rubro, como Swiss Medical, Galeno, Medicus, Qualitas y Omint, habían reconocido que se preparaban para aumentar las tarifas con la llegada del otoño. Muchas de sus colegas se les adelantaron. Algunas, incluso, mandaron las facturas de diciembre y enero con “bonificaciones” del 10%, una forma de allanar el camino al aumento de las cuotas.
“Me mandaron el aviso de que aumentaban en diciembre, después vino la prohibición del Gobierno y ahora me aumentan sin avisar”, se quejó Jorge Zamudio, un vecino de Belgrano de 80 años que trabaja en una casa de antigüedades y que hace 30 años, 1 mes y 5 días que junto a su esposa está afiliado a Galeno. Antes pagaban por un plan matrimonial “Oro” $1.073,22 y ahora $1.147,19.
EL TURNO DE LOS TELÉFONOS. La actualización de las tarifas de gas confirma la estrategia del Gobierno de dar las malas noticias lo antes posible, con el objetivo de que éstas queden lo más lejos posible de las elecciones de octubre. Unas semanas atrás, el tarifazo eléctrico dejó en evidencia esa política oficial, que continuará con el ajuste en la telefonía fija.
Anuncios que se hicieron antes de finales de 2008, de una manera lavada por Julio De Vido, donde se evitaba mencionar el porcentaje de los incrementos, hacen su aparición pública ahora, con toda la potencia. El ajuste en las prepagas también forma parte del esquema, aunque en esos casos los aumentos de principios de 2009 son menores por el simple hecho de que ese servicio ajustó nada menos que 40% promedio a lo largo de 2008.
Para los usuarios, queda el sinsabor adicional de que la luz, el gas y la medicina privada no son los únicos en sorprender. El próximo aumento será el de la telefonía fija. Las tarifas, que se mantienen congeladas desde 2001, tendrán una corrección de, al menos, 15 por ciento. El Gobierno, en voz baja, lo reconoce.