“El campo me dice que no tiene que ganar el kirchnerismo”, vaticinó el chacarero. Sus opciones van desde la Coalición Cívica de Carrió hasta una alianza con los radicales
De Angeli ya se había acostumbrado a responder “no quiero” ante las propuestas electoralistas del duhaldismo y el macrismo. Es que para el presidente de la Federación Agraria entrerriana ser diputado aún implica “abandonar la trinchera de lucha y quedar diluido en el Congreso. Nada más conveniente para el kirchnerismo”. La insistencia “del campo” hacia el ruralista podría cambiar la perspectiva opositora en Entre Ríos.
La hipótesis de gobernar su provincia a partir de 2011 también seduce al ruralista. Incluso más que la de ocupar una banca a partir de octubre. “Falta mucho. Sería imprudente anunciarlo ahora. Pero es un puesto en el que hay poder, desde el que uno puede cambiar las cosas”, se animó De Angeli al diario Crítica de la Argentina. Ambos planes tampoco son excluyentes.
¿Llegará a 2011 tan popular, tan “carismático” como es hoy o, mejor, como lo fue en julio de 2008? De Angeli –jura– ni se lo pregunta. “Si me desinflo, será por cometer algún error. Los errores se pagan. Trataré de no cometerlos”.
Alfredo De Angeli tampoco renuncia al capital de su imagen para influir en los candidatos a diputados por su provincia. A partir del mes próximo, la Mesa de Enlace entrerriana –que De Angeli integra– se reunirá con todos los candidatos –“todos salvo los kirchneristas”– para discutir sobre política agropecuaria. Una vez terminada la ronda de encuentros, la Mesa de Enlace se pronunciará sobre la calidad de las propuestas.
¿Qué candidatos entusiasman, hoy, a De Angeli? “Carrió es interesante. También Margarita Stolbizer, los socialistas y los radicales. Hay dirigentes muy buenos que apoyan los reclamos de un país federal”, analizó el chacarero, generoso en su simpatía hacia la oposición. Sugiere, sin embargo, “tener mucho cuidado. No sea cosa que nos usen”.
Por la calle, en privado, “desde todos lados”, según él mismo, a De Angeli le dicen “tenés que ser diputado para ganarle a los K”. A veces, incluso, el chacarero se siente “muy presionado para ser candidato”. Sólo falta ver si acepta esa presión.