Un estudio demostró que por la crisis financiera, en Estados Unidos cada vez más familias optan por vivir bajo el mismo techo aunque la relación conyugal se haya roto
La situación económica que sufre Estados Unidos está provocando nuevos hábitos sociales: la crisis inmobiliaria y el desempleo están reagrupando a familiares bajo el mismo techo y forzando a parejas en trámites de divorcio a continuar en la misma casa.
Según publica "USA Today", las estadísticas muestran esta tendencia social debido al grave momento económico.
Un estudio de abril de 2008 de la Coalición Nacional para los Sin Techo indica que más del 76 por ciento de propietarios o personas que alquilaban una vivienda debieron mudarsecon su familia o amigos.
Además, desde que la crisis de las hipotecas empezó en 2007, el 61 por ciento de los centros del país dedicados a gente sin techo experimentó un incremento de la gente que se quedó en la calle.
El rotativo relata el caso de una familia en la cual el padre perdió el trabajo y no pudo hacer frente a la hipoteca de 5.000 dólares mensuales de su nueva casa de tres plantas en el barrio de Queens, en Nueva York.
Entonces, sus hijos decidieron ayudarlo mudándose a la casa con sus parejas. Según explica Kanessa Tixe, hija del afectado, sus hermanos y su padre se convirtieron en compañeros de piso y pasaron a compartir el pago de la hipoteca. Su padre vive en la primera planta, su hermanastra y el esposo de ésta en la segunda, y su hermanastro y ella en la tercera.
"Está siendo muy beneficioso para todos", explica Kanessa Tixe que añade: "Mi hermanastro y yo tenemos ahora una relación maravillosa. Comemos juntos para cenar y, también, me he acercado más a mi padre".
Según el censo de 2007, casi 3,5 millones de personas viven en casa de sus hermanos -en comparación a los tres millones registrados en el año 2000-, 3,6 millones de padres viven con sus hijos adultos --2,3 millones en 2000-, y 6,7 millones de dueños viven con sus familiares -4,8 millones en 2000-.
Por otro lado, se está apreciando un descenso en los divorcios ante los problemas para vender la casa original donde vivía la pareja. Según la Academia Estadounidense de Abogados Matrimoniales, el 37 por ciento de sus miembros vieron un bajón en la cifra de divorcios, según un estudio fechado en el mes de noviembre.
"He hablado con gente que incluso decidió hacerse atrás con su divorcio porque se dieron cuenta de las desesperadas presiones financieras que implica", explica al diario el abogado especialista en divorcios, Michael Gora.