Será este jueves en Miami. Su pareja Jorge Rama está en los detalles. La torta, los saladitos y el cotillón. No será un aniversario más. Soplará 65 velitas y por supuesto no lo reconocerá
Por Roberto Aguirre Blanco
Ella le gustan las sorpresas. Será por ese motivo que dejó toda la organización de su cumpleaños a su actual pareja, el empresario uruguayo Jorge Rama.
Este jueves 29, Susana Giménez festejará, como a ella le gusta, disfrutando de vacaciones y en Miami una de las ciudades que más ama, un nuevo cumpleaños.
No será uno más. En la torta estarán simbolicamente 65 velitas,el número de la suerte que festejará la diva y que por supuesto ocultará por coqueteria femenina y de estrella mediática.
Instalado en Miami, Rama se puso al frente de la organización del cumpleaños y si bien no trascendió cómo será el agasajo, todo indica, según cuenta el portal Primiciasya.com, que se llevará a cabo en el restaurante que Ricardo Montaner adquirió en el país del norte, hace pocos meses.
El lugar lleva el nombre de �Café Ragazzi� y, precisamente, Susana es la madrina junto al padrino Don Francisco, un conocido animador chileno que vive en Miami.
Ese es el lugar elegido por Rama para llevar a cabo la velada festiva que siempre promete ser un gran evento para todos los concurrentes.
En realidad Montaner se lo ofreeció hae varias semanas a Susana y se comprometió a cerarlo para que la fiesta sea solo de la diva de los teléfonos.
El año pasado Susana lo festejó en la India junto a Marley cuando viajaron para grabar un programa especial de Telefé y es siempre, por esta altura del año una fecha de relax y mucho placer para ella.
El número de cumpleaños encierra también para ella etapa de grandes novedades en su vida y se comprueba con los antecedentes de su historia personal.
Hace 40 años, a los 25, explotaba su carrera como modelo con la grabación del famoso spot del "shock". A los 35, en 1979, ya era una estrella de la revista porteña y figura del cine en las películas con Jorge Porcel y Alberto Olmedo.
A los 45, una década después, era la flamante esposa del polista Huberto Roviralta, eran tiempos de felicidad y nuevas ilusiones.
Con 55 años en 1999 su vida estaba ya dedicada a pleno a sus programa de TV y una fama impensada de diva nacional que a los 65 sostiene con el carísma y glamour que la ubican como un icono del espectáculo argentino.