El gigante del software, creado por Bill Gates, tomó la drástica determinación de despedir a 5.000 empleados, debido a la crisis mundial que afecta a las industrias
"La crisis económica masiva no perdona a nadie en la industria electrónica". El buen resumen de la situación fue hecho hoy por el director ejecutivo de Sony, Howard Stringer, apenas uno de las tres grandes tecnológicas que hoy dieron nuevas malas noticias.
Microsoft, el gigante del software, reveló que en el último trimestre su beneficio neto se redujo un 11% con respecto al período anterior. Y anunció nada menos que 5.000 despidos para el próximo año y medio, aunque los primeros 1.400 se harán efectivos hoy mismo.
Los recortes obedecen a "la perspectiva de un mayor deterioro de las condiciones económicas globales" y afectarán a puestos en investigación y diseño, marketing,
ventas, finanzas, legales, recursos humanos, e Internet.
Sony, en tanto, informó que prevé terminar el presente ejercicio fiscal, que termina el 31 de marzo, con sus primeras pérdidas operativas en 14 años. El rojo previsto es de 2.900 millones de dólares (nada más que en octubre, la compañía esperaba cerrar el ejercicio con una ganancia cercana a esa cifra).
Aunque no dio información puntual, Stringer advirtió que la empresa debe renovarse por completo porque tiene gastos fijos demasiado altos y una cadena de producción demasiado lenta. Según medios japoneses, la compañía planea el cierre de dos fábricas de televisores en el país y el despido de más de 2.000 trabajadores. En diciembre, ya había anunciado la eliminación de 16.000 puestos de trabajo dentro y fuera de Japón.
A las malas de Sony y Microsoft, se sumó Nokia. El gigante finlandés de teléfonos celulares anunció hoy un amplio programa de ahorro tras informar que el beneficio neto de la empresa cayó un 66%, de 2.300 a 748 millones de dólares, en el último trimestre de 2008 frente al mismo periodo del año anterior. Nokia prevé que este año los fabricantes de celulares venderán un diez por ciento menos que en 2008; hasta hace pocas semanas, proyectaba un contracción de sólo el cinco por ciento.