Luego de hablar telefónicamente con el demócrata, Bush hizo el reclamo. El Congreso se mostraba reticente a autorizar el desembolso de u$s 350.000 millones
El presidente de EE.UU., George W. Bush, accedió a la solicitud del mandatario electo Barack Obama y pidió hoy a un Congreso reticente que autorice el desembolso de 350.000 millones de dólares, la mitad que queda de un socorro financiero aprobado en octubre pasado.
Obama se comunicó telefónicamente con Bush durante unos 20 minutos, después que el presidente ofreció hoy su última conferencia de prensa en la Casa Blanca, en la cual dijo que él no solicitaría los fondos al Congreso a menos que su sucesor así se lo pidiera, informó el diario El Cronista.
“El presidente Bush asintió al pedido del presidente electo”, indicó la portavoz de la Casa Blanca, Dana Perino.
“Continuaremos nuestras consultas con el equipo de transición del presidente electo y con el Congreso sobre la mejor manera de proceder de acuerdo con lo requerido por la legislación‘, añadió.
El pedido, que ocurre cuando faltan ocho días para que termine el mandato de Bush y comience el de Obama, es controvertido: demócratas y republicanos en el Congreso han criticado la forma en que el Departamento del Tesoro ha manejado la mitad del socorro que se le aprobó hace dos meses y medio.
Varios senadores demócratas han exigido que se autorice el desembolso de los fondos solamente si se aprueban límites y controles más estrictos.
El Congreso puede rechazar el pedido del Poder Ejecutivo si aprueba una resolución en tal sentido en un plazo de 15 días.
Esa resolución podría vetarla el presidente, pero eso representa una confrontación que probablemente Obama quiere evitarse en los primeros días de su mandato.
Además, no queda claro qué presidente sería el que emitiría el veto, si el saliente o el entrante. Incluso si Bush vetara la desaprobación del Congreso, sería Obama el que tendría que lidiar con la campaña de los legisladores para anular el veto.
Los mismos senadores demócratas han indicado que quieren, por escrito, un compromiso de Timothy Geithner, el futuro secretario del Tesoro, en el que detalle cómo usará el dinero y cuáles serán las condiciones que impondrá a los bancos que reciban fondos.
El ex secretario del Tesoro Lawrence Summers, a quien Obama designó como director del Consejo Económico Nacional, envió hoy una carta a los dirigentes del Congreso, en la que les recuerda que empiezan 2009 ‘en medio de una crisis‘ como la que no han visto en sus vidas.
Obama cree que su ‘plan de Recuperación y Reinversión es crucial, pero por sí solo no resolverá todos los problemas que nos llevaron a esta crisis‘, añadió Summers.
En su mensaje, Summers indicó algunos detalles de la forma en que el Gobierno usará los fondos y que apuntan a contener el aluvión de ejecuciones hipotecarias.
La idea es ‘usar todas nuestras herramientas para que fluya nuevamente el crédito a las familias y los negocios y lanzar un esfuerzo de gran magnitud para atender la crisis de las ejecuciones hipotecarias‘, detalló Summers.
Obama, según lo que Summers le dijo al Congreso, quiere imponer condiciones ‘estrictas y transparentes para las firmas que reciban asistencia con fondos de los contribuyentes‘, y ha ordenado al Departamento del Tesoro que ‘observe, mida y siga la pista‘ de lo que ocurre con los que reciban la ayuda financiera.
Una de las críticas al manejo que ha dado el Departamento del Tesoro dirigido por Henry Paulson de la primera mitad del socorro financiero es que distribuyó casi 250.000 millones de dólares a los bancos y estos lo usaron para pagos de bonos y dividendos, compras de otras entidades y a mejorar sus arcas financieras, en lugar de facilitar el crédito a los consumidores y empresas.
“Nos aseguraremos de que los recursos se dirijan al aumento del préstamo y a impedir nuevas crisis financieras y no al enriquecimiento de los accionistas o ejecutivos‘, prometió Summers.