Se trata de León Panetta, con poca experiencia en asuntos de seguridad nacional. Fue miembro del Grupo de Estudios de Irak, donde su función era poner fin a la guerra
El presidente electo de Estados Unidos, Barack Obama, eligió a Leon Panetta, quien fue jefe de gabinete del ex presidente Bill Clinton, para liderar la CIA, dijeron el lunes funcionarios demócratas.
La elección de Panetta como director de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA, por sus siglas en inglés) fue una de las últimas nominaciones de mayor jerarquía que debían designarse en el gobierno de Obama, que recibirá el mando de manos del George W. Bush el 20 de enero.
Fuera de su período en la Casa Blanca, donde se desempeñó entre 1994 y 1997, Panetta ostenta relativamente poca experiencia en asuntos de seguridad nacional.
Fue miembro del Grupo de Estudios de Irak, una comisión bipartidista que debía evaluar una manera de poner fin a la guerra de Irak.
Sus recomendaciones para un retiro gradual de tropas fueron ignoradas por el gobierno de Bush, que en cambio eligió aumentar la presencia militar de Estados Unidos en el lugar.
Antes de sumarse al gobierno de Clinton, Panetta fue congresista entre 1977 y 1993, cuando se concentró en asuntos de presupuesto, nutrición y medio ambiente.
Panetta sucederá a Michael Hayden, que ha sido criticado por algunos demócratas y grupos de defensa de los derechos humanos por su defensa de las tácticas antiterroristas del gobierno de Bush. Hayden ha tratado de restablecer la estabilidad en la agencia de espionaje.
La CIA ha protagonizado una serie de controversias durante la presidencia de Bush, como fallas de inteligencia antes de los atentados del 11 de septiembre de 2001, o información defectuosa sobre los programas de armas iraquíes.
El organismo también ha sido criticado por el uso de duros métodos de interrogación, incluyendo el ahogamiento simulado, contra supuestos miembros de Al Qaeda, por el traslado de prisioneros sospechosos de terrorismo a países donde se sabe que se usa la tortura y el empleo de cárceles secretas en el extranjero para detenidos importantes.
Obama ha prometido "poner un final claro a la tortura" y "restaurar" el equilibrio entre la seguridad y los derechos constitucionales.