Se trata del hispano Bill Richardson, quién iba a ocupar la secretaría de Comercio. Está siendo investigado por la Justicia de Estados Unidos. Pese a todo, Obama lo apoya
El gobernador de Nuevo México, el hispano Bill Richardson, se convirtió ayer en la primera baja del equipo de gobierno del presidente electo de EE.UU., Barack Obama, al renunciar a su designación como secretario de Comercio a raíz de una investigación que podría salpicarlo.
Richardson está en pleno centro de una investigación judicial que trata de determinar cómo una compañía de California que realizó contribuciones a sus actividades políticas logró un lucrativo contrato con el gobierno de Nuevo México.
“Déjenme decir claramente que tanto yo como mi administración hemos obrado debidamente y que esta investigación lo pondrá de manifiesto”, aseguró Richardson en un comunicado divulgado por el equipo de transición de Obama. “Pero he concluido que la investigación también obligaría a un insostenible retraso en el proceso de confirmación”, añadió. Luego agradeció “la confianza” y la “amistad” de Obama hacia él.
En el citado comunicado, Obama señaló que acepta la decisión del gobernador de Nuevo México con “profundo pesar”.
“El gobernador Richardson es un excelente funcionario público”, indicó el próximo inquilino de la Casa Blanca, quien insistió en que habría sido un valioso activo en su equipo económico.
El presidente electo, que asumirá en 20 de enero, dijo que era necesario actuar “con rapidez” para llenar la vacante que deja la decisión de Richardson, pero insistió en que confía en que el gobernador continúe su labor pública y sirva en su administración.