Por la crisis económica y luego de casi seis años de crecimiento ininterrumpido, la industria de la construcción tuvo una fuerte caída del 5,8% en noviembre respecto de igual mes de 2007. También cayó 4,2 % con relación a octubre, según informó ayer el INDEC.

Con estas cifras se profundizó la desaceleración de un sector que fue uno de los motores de la recuperación económica tras la crisis de 2001. A comienzos de este año crecía a tasas anuales de dos dígitos. Pero ahora acumula un avance de apenas el 5,1% anual.

Ya los datos de octubre venían marcando un parate en la construcción que se precipitó el mes pasado. Y según los especialistas la actividad habría continuado descendiendo durante este mes que está terminando.

La baja de la construcción es más general porque días pasados, el INDEC informó que la industria fabril en noviembre había tenido un crecimiento nulo. Y que también se estaba desacelerando, acumulando un alza de sólo 5,2%.

Los especialistas atribuyen este cambio de tendencia en la construcción a varios factores. Entre ellos destacan el impacto de la crisis internacional, la falta de crédito, la salida de capitales, la expectativas de depreciación del peso y el incremento de la tasa de interés real - mayor a la inflación- que desvió fondos que antes se dirigían a la construcción. También a que el Gobierno nacional y las provincias destinaron menos recursos a la obra pública por la caída de la recaudación impositiva.

Todas los subsectores de la construcción cayeron en noviembre. Las mayores caídas estuvieron vinculadas a las construcciones petroleras y obras de infraestructura -con bajas superiores al 10%- que se atribuye a la falta o al alto costo del financiamiento. Le siguió la caída en obras viales -por los recortes de los presupuestos públicos- y en menor medida descendió el rubro de edificaciones para vivienda, que tiene un peso importante en el índice, por la retracción de la demanda.

Con estos números en la mano, que los funcionarios disponen desde hace días, el Gobierno anunció un vasto plan de obras públicas con el objetivo de revertir esta situación en una industria que tiene amplias ramificaciones sobre otros sectores y que emplea mucha mano de obra. Sin embargo, de los $111.000 millones anunciados, $57.000 millones deberían ejecutarse en 2009. Pero hasta ahora se desconoce cómo se financiará una parte importante del plan.

En la encuesta de expectativas que el INDEC realiza entre los empresarios del sector el 80,5% los empresarios cuya actividad se orienta a la obra pública cree que 2009 será positivo por el impacto del plan anunciado por Cristina. Aunque entre las empresas que se dedican a obras privadas, el porcentaje de respuestas positivas se reduce al 50%.

El único dato positivo en medio de números en rojo es que la superficie a construir registrada por los permisos de edificación otorgados para realizar obras privadas, aumentó en noviembre un 6,9% contra igual mes de 2007.

La construcción tocó fondo en el primer trimestre de 2002 por la crisis, el corralito y la devaluación del peso. Comenzó a recuperarse a fines de 2002 porque se estabilizó el valor del dólar.