3 de diciembre de 2024
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Ya está en venta el piso más caro de Buenos Aires
Está ubicado en el Kavanagh. Tiene cinco dormitorios de 50 m2 cada uno, tres terrazas y vista en 360º. Sepa cuánto piden y a quién perteneció este lujoso lugar
29 de diciembre de 2008
La suma en la que fue tasado el inmueble –el único del Kavanagh que ocupa todo un piso– es de u$s 5,9 millones por 726 metros cuadrados (m2), es decir u$s 8126 por m2.
El departamento se posiciona como el mejor cotizado del mercado local, incluso muy por encima de lo que se puede pedir en los emprendimientos más caros de Puerto Madero, como "El Aleph", de Alan Faena.
Allí, el m2 toca los u$s 6000; o los algo más de u$s 5000 que se piden en los pisos más altos de las Torres Renoir, de la firma desarrolladora Dypsa, que está entre los más caros del país.
El departamento en cuestión cuenta con cinco dormitorios, todos en suite y de 50 m2 cada uno; tres terrazas que totalizan 251 m2 y vista en 360º.
Además, "tiene detalles como el mármol de los cinco baños, cada uno procedente de un continente diferente", explicó a un matutino Pablo García Fernández, broker de LJ Ramos, la inmobiliaria que vende el departamento.
El inmueble –hoy totalmente reciclado– perteneció a Corina Kavanagh, nada menos que quien encargó la construcción del edificio.
Lord Levenfiche, su propietario, nacido en París pero criado en el seno de una familia de la aristocracia inglesa, está metido en el negocio del Real Estate desde los 18 años.
El piso en el Kavanagh no será el único activo que el empresario venda en el país.
También puso en venta una estancia que tiene en el barrio cerrado "Santa María", un exclusivo emprendimiento dedicado al polo, donde cuenta con 7,5 hectáreas, y por las que pide casi u$s 7 millones.
La historia del Kavanagh
Inaugurado el 3 de enero de 1936, fue el primer rascacielos de Buenos Aires.
De hormigón armado, proyectado por los arquitectos Gregorio Sánchez, Ernesto Lagos y Luis de la Torre, cubre una superficie de 2400.mts2 y tiene una altura de 120 mts.
En la década del 30, Corina Kavanagh, hija de una poderosa familia procedente de los Estados Unidos, mantuvo encuentros con uno de los hijos de Mercedes Castellanos de Anchorena, de una acaudalada familia local que se oponía a la relación, y logró que finalizara.
Enfurecida, Corina Kavanagh planeó su venganza. Vendió tres estancias que tenía en Venado Tuerto, y compró un terreno, sobre el que levantó su propio edificio, con una única intención: tapar por completo la visión de la Basílica del Santísimo Sacramento, por entonces propiedad de los Anchorena, y destinada a transformarse en el sepulcro de la familia.
En tan sólo 14 meses entre 1934 y 1936, año en el que se inauguró, Corina Kavanagh tuvo lista su venganza.
Con 33 pisos, subsuelo y azotea, 113 departamentos, cada uno con distintas comodidades y entrada privada, 13 ascensores, cinco entradas independientes, cinco escaleras, locales en la planta baja y estacionamiento resultó una verdadera novedad para la época.