Los vecinos se agolpaban en las barandas de las flamantes estaciones Puán y Carabobo del subte A. ¿Cuándo abren?, se preguntaban. A ciencia cierta, las puertas ya estaba abiertas, pero a medias.

Es que Mauricio Macri inauguró ayer las estaciones que lleva la línea A hasta el barrio de Flores e incluso puso primera e hizo desde la cabina del conductor un recorrido simbólico uniendo Carabobo con Puán. Hubo luego brindis, caras de satisfacción y saludos varios por las fiestas. Pero no más ruido de trenes.

De hecho antes y durante la ceremonia oficial que arrancó a las 18, las autoridades presentes (Macri, parte de su gabinete y algunos legisladores) no sabían exactamente cuando se habilitaría el servicio. Hubo que esperar hasta cerca de las 21 cuando desde Metrovías, la concesionaria del subte, confirmaron que hoy a las 6 saldría la primera formación desde la nueva estación Carabobo hacia Plaza de Mayo, tal como había anticipado Clarín el viernes.

Para los vecinos de Flores se convertirá en realidad un viejo deseo. La extensión de la línea A, que transporte 216 mil pasajeros por día, fue anunciada en agosto de 2001, pero luego se demoró por la crisis. Finalmente se puso en marcha en abril de 2004, hace más de cuatro años y medio. Entonces se prometió que Puán y Carabobo serían inauguradas en 2007 y las dos estaciones siguientes, Plaza Flores y Nazca, en 2008 -ahora pasaron para 2010-. El presupuesto asignado a toda la extensión es de 395 millones de pesos.

Muchos de esos vecinos que hace años esperan la llegada del subte fueron invitados ayer a la inauguración de las dos nuevas estaciones. Se maravillaron con los amplios salones de distribución y con los murales (el de Puán está dedicado a Paco Urondo) y aplaudieron a Macri que en su breve discurso comparó el nuevo tramo del subte con su primer año de gestión: "Estamos dando un paso adelante", dijo al diario Clarín. Y luego apunto sus habituales dardos al Gobierno Nacional -sin funcionarios presentes en el acto- al afirmar que "a pesar de todas las macanas de este año" y del "nivel de confrontación que planteó el Gobierno nacional", la Argentina "tiene futuro".

Mucho más vehemente fue Jorge Irigoin, presidente de Subterráneos de Buenos Aires (SBASE), la empresa estatal a cargo de las obras. "Tuvimos que esperarlos", dijo en referencia a la Secretaría de Transporte de la Nación a cargo de la modernización de las señales de la línea A, clave para el funcionamiento del nuevo tramo.

Y de hecho tuvieron que esperarlos un rato más. Porque mientras se realizaba el brindis de rigor ya en la estación Puán, Daniel Chaín, ministro porteño de Desarrollo Urbano explicaba que la Ciudad ya le había entregado a Metrovías la obra lista para funcionar. Y en Metrovías decían tener listas las dos formaciones para agregar al ramal pero que les faltaba la autorización para operar de la Secretaría de Transporte de la Nación, porque si bien el subte corre por la Ciudad la concesión es nacional. El reclamo por el traslado, explicaban ayer, lleva ya 14 años.

No hubo mucho tiempo para que la pelota fuera de un arco hacia otro. Porque si bien por momentos sobrevoló la experiencia de Jorge Telerman y la línea H (la inauguró como jefe de Gobierno en plena campaña electoral el 31 de mayo y recién comenzó a funcionar el 18 de octubre con Macri ya electo), rápidamente llegó el OK de Transporte y la confirmación del Gobierno porteño y de Metrovías de que hoy las nuevas estaciones estarían abiertas al público.

"Se dieron cuenta que con más demoras no nos perjudicaban a nosotros sino a la gente", decían ya entrada la noche en el Gobierno porteño. Lecturas al margen, el subte el subte llega hoy a Flores. Esa era la respuesta que los vecinos que se agolpaban en las barandas estaban esperando.