Algunos funcionarios daban por hecho que la soja y el girasol recibirían una reducción del 5%, pero Cristina los dejó afuera del anuncio.

La línea más dura del gobierno, encarnada por el secretario de Comercio, Guillermo Moreno, y el ex presidente Néstor Kirchner, logró imponerse sobre los más conciliadores como el jefe de Gabinete, Sergio Massa, la ministra de la Producción Deborah Giorgi y el gobernador Daniel Scioli.

Habrá una quita de 5 puntos para el maíz y el trigo y otra del 50% para hortalizas y frutas frescas.

Así, la soja volvió a quedarse afuera de los incentivos del gobierno. Aunque algunos funcionarios habían deslizado que las retenciones a ese cultivo y al girasol iban a recibir una rebaja del 5 por ciento, esas oleaginosas deberán esperar.

Las retenciones a las exportaciones quedarán en 23 por ciento para el trigo y 20 por ciento para el maíz.

Cristina resaltó su idea de "incentivar fuertemente la producción y la siembra" de esos cultivos "porque ayudan a un proyecto agropecuario sustentable" e "impacta en la mesa de los argentinos".

Entre las medidas lanzadas para esos cereales, anunció los programas de largo plazo "Trigo Plus" y "Maíz Plus" que premian con nuevas reducciones "segmentada" al tributo cuando las cosechas superen ciertos niveles y generen excedentes exportables.

En este sentido, precisó que para los grandes productores esa reducción será del orden del 1 por ciento, mientras que para los medianos será del 2% y, para los pequeños, del 5.

La Presidenta también llevó alivio a las economías regionales que hace mucho tiempo reclaman ayuda. Cristina les anunció la reducción en un 50 por ciento de las retenciones a las exportaciones de "todas las frutas frescas y hortalizas" . Y dijo que la medida beneficiará a unos 200 mil productores.

Sin presencia de la Mesa de Enlace, cuyos miembros no fueron invitados al anuncio, los grandes beneficiados fueron los productores de las provincias del norte del país, de la región cuyana y de la Patagonia.