En contra de las expectativas que el propio Gobierno se encargó de alimentar desde el viernes último, los anuncios de Cristina Kirchner dirigidos al agro dejaron afuera a la soja, eje central de la larga y ríspida disputa con el campo.

En cambio, la Presidenta dio a conocer el detalle de cómo funcionarán los planes Maíz y Trigo Plus, que ella misma había anunciado hace 20 días, cuando difundió la reducción de las retenciones de esos cultivos.

Ambas iniciativas suponen recortes de un punto en las retenciones por cada tonelada producida por encima de las 13 millones de toneladas en el caso del trigo y de las 15 millones de toneladas de maíz.

Como ocurrió con los últimos anuncios de la Presidenta, el escenario vuelve a ser la quinta de Olivos, donde estuvieron casi todos los ministros del gabinete, gobernadores y legisladores. También participaron el secretario de Agricultura, Carlos Cheppi, al de Comercio Interior, Guillermo Moreno, a la ministra de Producción, Débora Giorgi, y el director de la Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario (Oncca), Ricardo Echegaray. Llamativamente, o no, los dirigentes del agro no fueron invitados.

Con los anuncios de hoy, el campo se convirtió en un destinatario más de la batería de medidas anticrisis llevadas a cabo desde el Gobierno ? impulsadas en gran parte por Moreno - para paliar las consecuencias de la crisis económica mundial.

Los dirigentes rurales no ocultaron su molestia, no sólo por no haber sido invitados al acto en Olivos, sino porque, afirman, la Casa Rosada no los consultó para definir las medidas. "Es una lástima que las medidas sean unilaterales e inconsultas, y que siga sin haber interacción para algo tan importante como darle incentivo a la producción", se comentó ayer en la Federación Agraria que preside Eduardo Buzzi.