Por José Calero

Telecom Italia subió hoy la apuesta en su decisión de desembarcar en el país.

Ratificó que ejercerá en enero su opción de compra para pasar a controlar Telecom Argentina y manifestar su "confianza" en que el gobierno de Cristina Kirchner hará cumplir lo establecido por contrato para que ello suceda.

"Nuestra decisión es ejercer la opción y dar todas las garantías a los inversores y a las autoridades argentinas de que no habrá monopolio", dijo el director de Negocios Internacionales de Telecom Italia, Oscar Cicchetti, en una videoconferencia desde
ese país con medios argentinos, incluido Asteriscos.Tv.


Es que Telefónica de España -dueña de Telefónica de Argentina y Movistar- posee una participación marginal en Telecom Italia, y por ello desde distintos sectores partieron denuncias de posible monopolio si se concreta la operación, pero Cicchetti calificó a esas acusaciones de "noticias falsas".

"Confiamos en la transparencia de la Argentina y en la apertura de su gobierno", respondió Cicchetti.

Fue ante una consulta sobre si existían temores en el Directorio de Telecom Italia ante el proceso de estatizaciones en el cual está enfrascada la administración Kirchner, que podría conspirar contra el desembarco de capitales del exterior.

Telecom Italia tiene en sus manos dos opciones de compra para llegar al control absoluto del holding Sofora, que a su vez posee el 66% de Nortel, dueño del 57% de Telecom Argentina.

El precio del ejercicio del 2% del holding fue fijado en 6 millones de dólares, mientras que el 48% restante está en manos de la familia Werthein, y de ese total el 30% tiene un valor fijo de US$ 99 millones, mientras que el 18% restante es a valor de mercado.

Pero la operación se encuentra con dos trabas concretas: los Werthein se arrepintieron de la venta, a pesar de que existe un contrato firmado, y ahora incluso torean a los italianos con la posibilidad de comprarles ellos su parte.

Telecom Italia administra 36,3 millones de líneas móviles y 21 millones de fijas en Italia, 31,3 millones de celulares en Brasil y 4,2 millones de líneas de banda ancha en toda Europa.