Se quedó libre por faltas y se llevó todas las materias del último año del secundario. Radiografía de la hija de la Presidenta, ¿la oveja negra de una familia modelo?
Después de visitar Egipto durante la gira presidencial y ver el polvo de las momias junto a su madre, Florencia Kirchner llegó a Buenos Aires con un deber: sacarles el polvo a los libros. En septiembre se quedó libre por faltas y para aprobar el último año del Polimodal y recibirse, deberá rendir una por una todas las materias en diciembre y en febrero.
En el Instituto Lasalle, sin embargo, están sorprendidos porque la hija de la presidente Cristina Fernández no se presentó a ninguna de sus fechas de examen.
Lo que más sorprendió a las autoridades, también, fue que la joven faltó al acto de fin de curso del jueves 4 de diciembre. Los que la conocen saben que la razón por la que no asisitió este año es porque, en el 2007, durante la ceremonia de su confirmación, un fotógrafo consiguió retratarla junto a la Presidenta. La tutora contó que ese día la menor de los Kirchner se sintió traicionada. A pesar de las negativas, estaba convencida de que alguien del colegio había ayudado al "intruso" para que lograra sacar esa foto.
Quedan en la retina la fiesta del colegio donde la hija rebelde de los Kirchner en pleno boliche se fotografió junto a una amiga fumando y bebiendo en plena noche de juerga adolescente.
Muchas giras, viajes por el exterior y unos papás que por dedicarse a lidiar con la agenda nacional se olvidaron de lo más importante: que la buena educación empieza por casa.