"Dado que el Congreso no actuó, estamos listos para impedir un derrumbe", dijeron desde la cartera de Paulson. Podrían utilizar parte del plan integral de salvataje
El Departamento del Tesoro de los EEUU, a cargo de Henry Paulson, aseguró estar preparado para salir al rescate de la industria del motor, y evitar su derrumbe, después de que el plan de ayuda que impulsaba el Congreso fracasó este jueves en el Senado.
"Dado que el Congreso no actuó, estamos listos para impedir un derrumbe inmediato hasta que el Congreso inicie su nuevo período (de sesiones) y actúe para ocuparse de la viabilidad de la industria a largo plazo", dijo la portavoz del Tesoro, Brooklyn McLaughlin.
El Tesoro explicó que intervendrá con préstamos destinados a General Motors, Ford y Chrysler hasta que el Congreso tenga tiempo para considerar un plan de socorro de largo plazo el año próximo.
También la Casa Blanca sugirió que podría echar mano del plan de rescate del sector financiero de u$s700.000 millones para ayudar a las compañías automovilísticas, algo a lo que se había negado hasta ahora.
El gobierno había defendido que debía ser el Congreso el que elaborara un plan de rescate diferente del que se aprobó en octubre para la industria financiera de Wall Street.
Por tanto, los demócratas del Congreso impulsaron un plan, consensuado con la Casa Blanca, para dar asistencia financiera a los "Tres Grandes de Detroit" (General Motors, Chrysler y, en menor medida, Ford) por un importe de 14.000 millones de dólares.
El plan entró en vía muerta en el Senado, debido a la férrea oposición de algunos republicanos.
Si no se interviene, ello deja a General Motors y a Chrysler abocadas a la suspensión de pagos y la bancarrota, una situación que, según todos los analistas, el gobierno no puede consentir, porque generaría una reacción en cadena en las industrias auxiliares y profundizaría la grave recesión que vive el país.
"Nadie compra un coche de una empresa en bancarrota, porque no le pueden asegurar que le darán servicio durante los próximos tres o cinco años", dijo un analista a la cadena CNBC, para explicar cómo la suspensión de pagos sería desastrosa para el sector.
"Ante la debilitada situación actual de la economía de los Estados Unidos, consideraremos otras opciones, incluyendo si es necesario el programa TARP (de ayuda al sector financiero) para evitar un colapso de las automotrices", dijo la portavoz de la Casa Blanca Dana Perino.
La funcionaria hizo las declaraciones a bordo del avión presidencial que llevaba al presidente George W. Bush a Texas.