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"EE.UU. no puede permitirse quiebra de automotrices"
Así lo manifestó el presidente electo, Barack Obama, tras la aprobación del plan de salvataje. El proyecto de ley aún enfrenta una dura oposición republicana
11 de diciembre de 2008
Obama instó a aprobar el rescate y afirmó que EE.UU. no puede permitirse la quiebra de las automotrices

Tras la aprobación en la Cámara de Representantes del plan para salvar a las automotrices golpeadas por la crisis económica, el presidente electo de EE.UU., Barack Obama, afirmó que el país no puede permitirse la quiebra de las principales empresas automovilísticas.

En una rueda de prensa en Chicago para anunciar el nombramiento de Tom Daschle como su secretario de Salud Pública, Obama dijo que el conjunto de medidas que se debate en el Congreso para rescatar a General Motors, Chrysler y Ford es necesario, pero al mismo tiempo se deben garantizar "los intereses de los contribuyentes".

Los miembros de la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobaron un paquete de rescate de 15.000 millones de dólares para la atribulada industria automotriz, pero el proyecto de ley aún enfrenta dura oposición de republicanos en el Senado.

Los representantes avalaron con 237 votos contra 170 la versión del texto acordada en la mañana entre los negociadores de la mayoría demócrata en el Congreso y la Casa Blanca.

Más tarde, la vocera oficial, Dana Perino insistió en que hay una probabilidad "real" de que el el plan sea aprobado hoy, pese a la oposición republicana.

"Pensamos que la economía está tan debilitada actualmente que agregar otra posible pérdida de un millón de empleos es algo que nuestra economía no puede permitirse actualmente", argumentó Perino.

El proyecto de ley pretende liberar de forma inmediata fondos por hasta 15.000 millones de dólares para préstamos a los fabricantes General Motors (GM) y Chrysler, en riesgo de quiebra inminente, mientras que Ford, el otro de los "Tres Grandes" de la industria automovilística estadounidense, hizo saber que no tendrá problemas de liquidez en lo inmediato.

El plan crea la función de un "zar" que supervisa los préstamos y tiene el poder de obligar a los fabricantes a pedir protección federal por bancarrota si no llegan rápidamente a acuerdos con los sindicatos, los acreedores y otros para reestructurar sus empresas y volverse viables financieramente.

Negativa republicana. Los legisladores republicanos, excluidos de las negociaciones del paquete, expresaron reservas y podrían tratar de bloquear su aprobación en el Senado.

El senador republicano David Vitter prometió impedir la aprobación mediante una maniobra obstruccionista que podría demorar la votación durante varios días. Alegó que el paquete de ayuda era una medida equivocada para curar las enfermedades que afectan a la industria automotriz estadounidense.

"Los republicanos no permitirán que los contribuyentes subsidien el fracaso", afirmó el senador Mitch McConnell, líder de la bancada republicana. McConnell agregó, sin embargo, que la Cámara alta analizará la situación en los últimos días de la semana.