Vuelven los radares para detectar exceso de velocidad en las rutas bonaerenses. La mayoría de los equipos, denominados cinemómetros, se instalarán en las vías de acceso a la costa Atlántica y a las ciudades turísticas de la provincia, por donde pasan casi 4 millones de vehículos en el verano.

De acuerdo con los planes de las autoridades provinciales, el 1 de enero se encenderán 140 aparatos fijos y 40 móviles en las 13 carreteras y autopistas más usadas por los turistas.

En la Autovía 2 habrá 16 radares ubicados en puntos estratégicos. Son rectas o tramos considerados "puntos negros" porque allí se registran accidentes mortales. En la Interbalnearia (ruta 11) colocarán 8 aparatos. También habrá controles en la 36; 63; 74; 29; 30; 41; 6; 60; 86; 200 y 210.

Para evitar sorpresas, los detectores de velocidad estarán señalizados: a 300 metros un cartel mostrará la máxima permitida; a 150 metros habrá otra indicación y enseguida una chapa amarilla con la leyenda "Fiscalización de Control de Velocidad".

Este esquema será para los radares fijos y también para los que se ubicarán en las cabinas de camionetas del gobierno que recorrerán distintas rutas de Buenos Aires. Además, en los operativos habrá personal policial o inspectores municipales que detendrán a los infractores para notificarlos del acta. Las pruebas fotográficas que emitirán los controladores electrónicos estáticos se enviarán a los domicilios de los dueños del vehículo.

Estas previsiones están contempladas en el decreto reglamentario que redactan los técnicos de la Jefatura de Gabinete bonaerense y que tendrá plena vigencia el primer día de 2009.

El retorno de los radares forma parte del nuevo Código de Tránsito votado anoche por el Senado. Es una adhesión de la provincia a la Ley Nacional. Había sido aprobada hace 15 días por los diputados. Ayer, se convirtió en ley con el aval de todos los senadores.

La norma crea el Registro Unico de Infractores de Tránsito (RUIT) y concede marco jurídico al nuevo sistema de otorgamiento de licencias de conducir.

Fija multas de hasta 2.000 pesos para quienes cometan infracciones que pongan en riesgo la seguridad pública o de terceros. Es el caso de los conductores que manejan por encima del límite de velocidad permitido: 120 kilómetros por hora en rutas; 130 en autopistas y entre 20 y 80 kilómetros por hora en zonas urbanizadas.

"El éxito de este plan es que no haya necesidad de aplicar multas. No tiene fines recaudatorios. Queremos la gente respete las reglas de conducción para reducir los índices de mortalidad y de heridos en episodios viales", explicó a Clarín, el Jefe de Gabinete bonaerense, Alberto Pérez.

La ley prohibe la concesión de los sistemas de control a empresas privadas. Sólo la Provincia y los municipios podrán operar los radares.Para la sanción administrativa se crearán 4 juzgados de Tránsito en La Plata, Dolores, Mar del Plata y Pinamar.