Murió la actriz Alicia Aller
Padecía una enfermedad terminal. Trabajó en cine, teatro y televisión, y se destacó por su talento y belleza
9 de diciembre de 2008
La actriz Alicia Aller, de extensa trayectoria en el teatro y la TV argentinos, donde se destacó por su enorme talento y su belleza, falleció este martes a los 68 años, víctima de cáncer, aunque no se conocieron otros detalles.
Los restos de la intérprete son velados en Thames 1164 y por expreso pedido suyo serán cremados en el Cementerio de la Chacarita, este miércoles a las 9.15.
Aller, nacida el 11 de noviembre de 1940 -presumiblemente en Buenos Aires- era una persona de bajo perfil y por eso pocos sabían del mal que la aquejaba y que finalmente determinó su partida.
Egresada del Conservatorio Nacional de Arte Dramático, comenzó a destacarse a principios de los 70, cuando intervino en "La lección de anatomía" y tuvo destacada actuación en "Arlequino, servidor de dos patrones", protagonizada por Ulises Dumont, fallecido hace 10 días, consignó la agencia Telam.
Interesada constantemente en su superación artística, fue oyente en el Seminario Internacional Actor’s Studio y el de dirección del italiano Giorgio Strelher, y en estas pampas fue discípula de Agustín Alezzo y Augusto Fernándes.
En más de 30 años de escenarios se la pudo disfrutar en "Vidas privadas", "La loca de Chaillot", "Caído del cielo" y "Las lágrimas amargas de Petra von Kant", por la que recibió el premio Moliére.
Hasta hace unos meses actuó con hidalguía en "Acaloradas", una comedia sobre mujeres de distintas edades, junto a Jessica Gómez, Silvia Peyrou y Erika Wallner, dirigidas por Edgardo Cané, en un pequeño escenario de Corrientes y Callao.
El cine no fue generoso con su probada fotogenia, aunque pudo dar muestras de su talento gracias a un pequeño papel en "Los chantas" (1975), de José Martínez Suárez, y con más amplitud en "Otra historia de amor" (1986), de Américo Ortiz de Zárate, y "Ultimas imágenes del naufragio" (1989), de Eliseo Subiela.
Fue mejor cotizada en TV desde finales de los 70, cuando intervino en las tiras "Novia de vacaciones" y "Profesión, ama de casa", aún en la plenitud de su atractivo físico, y también en "Nosotros y los miedos" y "La banda del Golden Rocket".
Su última contribución a la pantalla chica fue hace seis años, cuando trabajó en "Máximo corazón", y poco a poco su estrella fue apagándose, posiblemente por contingencias de su salud, que Aller supo encubrir para cumplir con un mutis sigiloso y discreto.