La Agencia Mundial Antidoping puso bajo la mira al Viagra como potencial sustancia estimulante para mejorar de alguna forma el rendimiento deportivo
El prestigioso diario estadounidense The New York Times presentó hace pocos días una nota en su primera página sobre el tema, titulada "El Viagra es investigado por casos de dóping", cuya traducción textual es la siguiente:
"George Downey y otros jugadores de lacrosse de la Universidad Marywood se ofrecieron como voluntarios para tomar Viagra para un estudio. Pero el estudio no se desarrolla en el dormitorio sino en el campo de juego.
Lo financió la Agencia Mundial Antidóping, que está investigando si esta pastilla azul de forma de diamante genera una ventaja competitiva desleal al dilatar los vasos sanguíneos del atleta incrementando así indebidamente la capacidad de transportar oxígeno.
El Viagra, o citrato de sildenafil, fue desarrollado para tratar la hipertensión pulmonar- alta presión sanguínea en las arterias de los pulmones-. La droga funciona suprimiendo una enzima que controla el flujo sanguíneo, permitiendo que los vasos se relajen y se ensanchen.
El mismo mecanismo facilita el flujo de sangre en el pene de los hombres impotentes. En el caso de los deportistas, un transporte más eficiente de combustible oxigenado a los músculos puede mejorar el rendimiento.
Algunos científicos se muestran escépticos acerca del aumento de rendimiento que provocaría el Viagra. Pero aunque son igualmente escépticos en relación a la hormona de crecimiento humano, ésta fue prohibida.
A lo largo de las décadas, los deportistas probaron desde estricnina a testículos de toro o esteroides usados en veterinaria en un desesperado, y frecuentemente ilícito, intento por sacar ventaja. Hace unos años, se corrió la voz que a los perros que corrían carreras les daban Viagra.
En 2006 se realizó un estudio en la Universidad de Stanford que indicaba que los participantes que tomaron Viagra mejoraron su rendimiento casi 40 por ciento en pruebas de ciclismo de 10 kilómetros realizadas a una altura simulada de 3.870 metros, muy por encima de las de las competencias atléticas.
El Viagra no mejoró significativamente el rendimiento a nivel del mar, donde los vasos sanguíneos están totalmente dilatados en el caso de atletas sanos.
Durante un estudio realizado en Alemania en 2004 con alpinistas en un campamento del Monte Everest a 5.240 metros de altura, se determinó que el Viagra aliviaba la constricción de los vasos sanguíneos de los pulmones y aumentaba la capacidad máxima de ejercicio.
Se cree que algunos deportistas toman Viagra para reforzar el suministro de esteroides a los músculos y acelerar la recuperación entre los entrenamientos. Otros toman Viagra para contrarrestar los efectos de la impotencia causada por el uso de esteroides.
La Agencia Mundial Antidóping, con sede en Montreal, está financiando dos estudios relacionados con el Viagra y el aumento del rendimiento deportivo.
La Universidad de Miami está estudiando si el Viagra favorece la capacidad aeróbica a altitudes más bajas que las del estudio de Stanford, comparables a las alturas en las que tienen lugar las competencias de elite. Este estudio también está investigando si existe diferencia en la forma en que el Viagra afecta a los atletas según el sexo.
El estudio de la Universidad de Marywood intenta medir los efectos potenciales del Viagra como antídoto contra la contaminación del aire producida en el exterior por las emisiones de fábricas y automóviles, y en el interior por máquinas generadoras de hielo. Estudios realizados en México con animales y niños indicaron que la contaminación causa hipertensión pulmonar.
Los estudios en curso terminarán en febrero. La Agencia Mundial Antidóping recién podrá poner al Viagra en su lista de sustancias prohibidas en septiembre de 2009, cinco meses antes de las Olimpíadas de Invierno de 2010 en Vancouver.
Como la contaminación del aire de Beijing es tan alta, se pensó que el Viagra sería una droga popular en las Olimpíadas de Verano de 2008. Pero no se hicieron pruebas antidóping porque aún no estaba prohibida.
Aún cuando el Viagra aumente poco la resistencia atlética, podría afectar marcadamente los resultados de los corredores de fondo, los ciclistas o los esquiadores, que realizan sus actividades a 1.800 metros o más. El tiempo entre el primer puesto y el cuarto puesto de la carrera de ski cross-country de 15 kilómetros en las olimpíadas de Turín en 2006 equivalió a un rendimiento diferencial de menos de 1 por ciento.
Anne L. Friedlander, una de las autoras del estudio de Stanford de 2006, espera que se prohiba el uso del Viagra en el deporte. Pero, añadió que la droga no beneficia a cualquiera. Sólo 4 de los 10 participantes de su estudio respondieron. Y el Viagra sólo aumentó el rendimiento de los cuatro atletas al nivel de otros participantes menos afectados por la altura, en lugar de aumentar el rendimiento más allá de lo normal, como hacen los esteroides.
Sea prohibido el Viagra o no, los deportistas tienen prohibido usar medicación que no se les haya recetado. Los expertos advierten que el uso del Viagra puede tener efectos secundarios como fuertes dolores de cabeza, cambios en la visión y priapismo (erección prolongada, sin deseo ni eyaculación y con profundo dolor), que pueden requerir atención médica.
En tanto, en la Universidad de Maryland, Downey y otros seis jugadores de lacrosse se unieron a un grupo de 30 participantes del estudio sobre los efectos del Viagra contra la contaminación del aire. Andarán en bicicleta al aire libre respirando aire puro y en una habitación con aire contaminado".