El futbolista retrasó hasta la semana próxima su presentación ante la fiscal, en el marco de la investigación por supuesta "incitación a la violencia" y "alteración del espectáculo"
El enganche de Boca había sido citado para mañana en un horario que no trascendió al público con el único objetivo de evitar algún tipo de desborde por parte de simpatizantes del club de la ribera.
Sin embargo, en las últimas horas de la tarde el abogado particular de Riquelme solicitó una postergación de la indagatoria con el objetivo de tener el tiempo suficiente para acceder a la prueba.
Riquelme es investigado por la Justicia ontravencional porque cuando convirtió su segundo gol frente a Racing, se lo gritó a un joven que estaba en los palcos, sobre los bancos de suplentes.
Sin embargo, el señalamiento al muchacho -identificado luego como Agustín Pozzetti, de 21 años- derivó en las reprimendas de varios exaltados que quisieron agredirlo y entonces debió ser apartado del lugar por la Policía.
Riquelme ya anticipó que al gritar el gol corrió hasta ese lugar a decirle al joven que dejara de insultar y pedirle que alentara.
Si Riquelme incurrió en faltas al Código Convencional respecto de la incitación a la violencia y alteración de espectáculos deportivos, se expone a pagar multas de entre $200 y $2 mil o diez días de arresto, aunque también podría imponérsele alguna alternativa, como la "probation".
La Justicia se manejó fundamentalmente con las pruebas fílmicas, según reveló el fiscal Luis Cevasco, consultado especialmente a raíz del episodio.