El presidente de EE.UU. dijo que no debió confiar en los informes de inteligencia que indicaban que Sadam Hussein tenía armas de destrucción masiva. "No estaba preparado"
El presidente de los Estados Unidos, George W. Bush, afirmó en una insólita confesión, que el mayor error de sus ocho años al frente de la Casa Blanca fue confiar en los informes de inteligencia que indicaban que había armas de destrucción masiva en Irak.
"El mayor arrepentimiento de toda mi presidencia tiene que ser el error de inteligencia en Irak. Mucha gente se jugó su reputación al decir que las armas de destrucción masiva eran una razón para derrocar a Sadam Hussein", explicó Bush en una entrevista concedida a la cadena norteamericana ABC News , de la que se publicaron extractos.
El mandatario también reconoció que no estaba preparado para la guerra cuando se convirtió en 2001 en presidente de Estados Unidos.
"Creo que no estaba preparado para la guerra. En otras palabras, no hice campaña diciendo: por favor voten por mí, seré capaz de manejar un ataque. No anticipé la guerra", dijo Bush, en la entrevista en la que eludió dar una respuesta directa cuando el periodista Charles Gibson le preguntó si acaso habría reconsiderado sus planes de invasión en caso de saber que esas armas no existían.
"Eso sería rehacer algo que no puedo rehacer", dijo Bush al negarse a especular sobre uno de los capítulos más oscuros de su mandato y que ha sido la razón principal de un movimiento que han encabezado, entre otros, el congresista demócrata Dennis Kucinich, para destituir al presidente por lanzar la guerra contra Irak con justificaciones falsas, por violar sistemáticamente las leyes domésticas e internacionales y por retener ilegalmente a ciudadanos estadounidenses y a "cautivos extranjeros" en la prisión de Guantánamo.
El presidente saliente dejará el próximo 20 de enero la Casa Blanca con unos índices de popularidad en sus niveles más bajos de toda la historia moderna de Estados Unidos, en gran parte por la guerra contra Irak que comenzó el 19 de marzo de 2003.
Bush aseguró además que la derrota del republicano John McCain en las elecciones presidenciales no puede verse como un repudio hacia su mandato sino, en todo caso, al Partido Republicano y mostró su pesar por su fracaso en el tema de la reforma migratoria y su falta de liderazgo a la hora de evitar el clima antiinmigrante que atizaron las huestes de su partido.
"Creo firmemente que el debate sobre inmigración no mostró realmente la naturaleza de Estados Unidos como una sociedad acogedora", aseguró Bush en alusión al fracaso de la reforma migratoria.
Bush fue uno de los impulsores del proyecto de reforma migratoria que fracasó hace año y medio en el Congreso, y que preveía la regularización de 12 millones de indocumentados.