El padre de la reina del pop inició un plan para alejar a su hija de los vicios. Además, un grupo de personas impedirá que tenga encuentros íntimos con hombres
Pese a que la cantante Britney Spears expresó en un documental sus deseos de "ser libre", la situación que vive es muy distinta, pues se encuentra sujeta a las estrictas normas de su padre, quien la mantiene alejada del alcohol, la comida chatarra y el sexo.
Luego de los problemas psicológicos que sufrió a principios de este año, Britney quedó bajo la tutela de su padre, Jamie Spears, quien intenta que su hija recupere su carrera musical y se aleje de los escándalos, informó la página newsoftheworld.co.uk.
Por tal motivo, para el reciente viaje de Britney a Europa, en especial a Londres (donde la cantante reapareció en televisión en el programa X Factor), Jamie dictó una serie de normas alrededor de la cantante para mantenerla libre de problemas.
Una de las reglas es que no puede haber alcohol cerca de Britney en los lugares a los que acuda. En su habitación de hotel sólo puede haber refrescos de soda y agua.
Cuando Britney salga de su habitación debe estar acompañada por un séquito de personas que le impedirán estar a solas con hombres.
Además, tampoco se le permite visitar centros nocturnos de Londres, pese a unos rumores según los cuales Spears estuvo en el G.A.Y club.
Incluso, Britney está sometida a una estricta dieta de vegetales y arroz. Hecho que ya ha alarmado a personas cercanas a ella que temen por su salud.
"Todo esto es ridículo. Jamie puso más protocolo aquí que para una visita real. Se ha sentido culpable durante mucho tiempo por permitir a Britney descarriarse y está decidido a que eso no pase de nuevo", declaró una fuente cercana a la cantante.
El padre de Britney piensa que si puede quitar todas las tentaciones y vicios que la rodearon, podrá acabar de una vez con su conflictivo pasado.
De hecho, fue la propia Britney quien hace algunas semanas prometió no tener relaciones sexuales para concentrarse en su carrera.
La cantante también dijo que se sentía halagada al ser vista como un símbolo sexual, según reveló El Universal.