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21 de noviembre de 2024
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Los caprichos de Madonna para el recital en la Argentina
La reina del pop trae con su gira Sticky and Sweet pretensiones que los organizadores de sus conciertos se ocuparán de hacer realidad. Sepa qué pidió
27 de noviembre de 2008
Madonna viene a la Argentina y todo es revolución. Al menos eso deben pensar (y maldecir) su equipo, al que no para de pedirle las más insólitas cosas.

Los organizadores, por su parte, se preparan para cumplir con todos sus deseos, y más. Porque la diva llega acompañada por sus tres hijos, y por una comitiva que incluye un total de 220 personas, entre bailarines, vocalistas, músicos y asesores de vestuario y maquillaje.

Para todos ellos se dispondrán un total de ocho camarines y cinco carpas para el catering que incluirá, entre otros antojos, bebidas para todos los gustos -desde agua tónica y jugo de arándanos hasta cognac, oporto y tequila-; snacks, galletitas de chocolate, chicles, crema de maní, rodajas de pepino y zanahorias bebe, según pudo saber el diario La Nación.

En primer lugar la reina del pop se ocupó de sus principitos: Lourdes, de 12 años, Rocco, de 8 y David, de 3. Para ellos pidió un camarín exclusivo y una sala de juegos.

Luego, hay que cumplir con sus exigencias alimenticias, ya que Madonna es conocida en el mundo de la nutrición como una especie de gurú de la comida macrobiótica. En este caso más que mezclas de bio cereales, en su camarín deben esperarla tres tipos de té -de limón y equinácea, té helado de yerbamate y de granada-, bebidas energizantes, limones, miel orgánica y caramelos de miel. En detrimento del tradicional bowl de frutas exóticas que acostumbra pedir la realeza, Madonna optó por frutos azules: arándanos, frambuesas y moras en abundancia. El menú se completa con una buena dosis de hidratación: una cubetera de hielo, agua caliente y seis botellas de agua mineral.

Para estar en forma, la diva suele hacer de todo: danza, pilates, ashtanga -la modalidad de yoga más física-, natación, musculación, etc.

Si bien para esta ocasión no pidió que se la espere con un gimnasio, sí serán necesarias 12 camas elásticas para su entrenamiento y el de sus bailarines. Y todo entrenamiento requiere de un buen cuidado por lo que el tour traslada además un masajista, un quiropráctico, 100 pares de rodilleras y 10 valijas grandes de suministros médicos.

La producción del show bien podría compararse con un desfile de alta costura: 3500 son los elementos que componen el guardarropas de este espectáculo, que suman 350 toneladas de equipaje.

Parece un número exagerado, pero hilando fino, tan sólo las medias suman la primera centena porque esa es la cantidad de panty de estilo antiguo que compró Madonna para lucir en el escenario.

El maquillaje, un tema aparte. Al término de cada recital se pueden encontrar en el camarín los restos de al menos cuatro labiales usados por la diva, y tres rizadores de pestañas.

La sincronización es la clave para que todo este aparato de utilería cumpla su función. Madonna debe cambiar de vestuario en exactamente un minuto y medio por cada entrada y para ayudarla a alcanzar la velocidad de la luz cuenta con 5 ayudantes.

En medio de tanto ajetreo real, está el público, que expectante, sólo quiere ver en vivo y en directo si la diva que tanto pide, también devuelve.