El esquema de créditos hipotecarios para convertir a inquilinos en propietarios comenzó a regir hoy según el Gobierno, pero en la práctica ningún banco, ni siquiera los oficiales, habilitaron las nuevas líneas de préstamos.

Si bien hubo más movimiento en las entidades oficiales, la falta de definiciones entre los trece bancos que manifestaron su intención de adherir al nuevo sistema hizo que mucha gente decidiera esperar algunos días antes de consultar, según se estimaba en las instituciones financieras consultadas.

Es que todavía no está claro cómo el Gobierno incentivará a los bancos para que otorguen líneas de préstamos a tasa más baja y a 30 años de plazo.

A partir de hoy, los bancos están en condiciones de aumentar los montos que financian para la adquisición de viviendas y disminuir las exigencias para aceptar a un inquilino como "sujeto de crédito".

Según el Gobierno, las entidades podrán prestar hasta el 100 por ciento del valor de una vivienda valuada en menos de 200.000 pesos, y hasta el 90 por ciento en el caso de un inmueble cuyo valor no exceda los 300.000.

El problema es que, en las condiciones actuales, para obtener un crédito para la vivienda, por ejemplo, por 100 mil pesos, aunque fuese a treinta años, el tomador debe pagar una cuota de alrededor de 1.500 pesos, que representa el doble y hasta el triple de la mayoría de los alquileres.

Así, los números del nuevo plan no cierran, y por eso desde el sistema financiero se vienen reclamando medidas adicionales, como un posible subsidio a la tasa de interés que por ahora la ministra Felisa Miceli rechazó de plano.

De acuerdo con las nuevas medidas, los inquilinos que no puedan demostrar un ingreso en blanco que les permita acceder a un crédito, deberán demostrar que alquilan desde hace al menos ocho meses sin atrasos en sus pagos, para ser sujetos de crédito.

El Gobierno envió también al Senado el proyecto de ley que incluye la otra pata del plan: los incentivos fiscales para la construcción de casas y departamentos.

Los trece bancos que comprometieron su apoyo al plan oficial son tres oficiales -Nación, Provincia de Buenos Aires y Ciudad-, cuatro del interior -Santa Cruz, San Juan, Nuevo Banco de Entre Ríos y Nuevo Banco de Santa Fe- y seis privados -Hipotecario, BBVA Banco Francés, Galicia, Macro Bansud y Credicoop-.

Hasta el momento, sólo Banco Nación anunció que ofrecerá una nueva línea de préstamos a 30 años, aunque será lanzada oficialmente la semana próxima, según indicaron desde la entidad, una de las que recibió más consultas.

Desde el Banco Ciudad, una de las entidades que mostró intenciones "hacer punta" en la implementación de las facilidades, aclararon que por ahora "no hay cambios en la oferta crediticia, pero si consultas de la gente".

Una respuesta similar se obtuvo en los bancos Río, Francés y Galicia, aunque aclararon que se está trabajando en ampliar las líneas existentes.

Por ahora, todo indica que las medidas no atacarán, por el momento, el principal problema: la divergencia entre los salarios -que en varios sectores se encuentran, en dólares, por debajo de los niveles de la convertibilidad- y el precio de una vivienda, que, en dólares ya superaron los niveles de la década del 90.

Para poder sortear este inconveniente, los bancos pidieron en un principio que el Gobierno subsidiara la tasa de interés.

Pero ante la negativa oficial, el esquema que negocian las entidades con el gobierno llevaría a la creación de un instituto mixto que aporte fondos.

Desde las entidades privadas se asegura que el problema se genera porque todavía no pudo resolverse el tema clave: las tasas a aplicar.

Y aunque públicamente salen a apoyar las medidas, en privado coinciden en que sin subsidio oficial u otro mecanismo alternativo, difícilmente se llegue a las condiciones que el gobierno pretende: equiparar las cuotas de los préstamos con los alquileres.