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3 de diciembre de 2024
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Por falta de pasajeros, hay 6000 taxis parados en la Ciudad
Las filas que esperan a los pasajeros que nunca llegan reflejan la caída en la demanda del servicio. Otro coletazo de la crisis mundial que golpea los bolsillos locales
25 de noviembre de 2008
La crisis también le llegó a los taxis. Basta con observar las largas filas de autos pintados de negro y amarillo que recorren vacíos las calles de la Ciudad para darse cuenta de la fuerte caída que sufre la demanda de este servicio, considerado un termómetro para medir el humor del bolsillo de los porteños ante escenarios de crecimiento económico y también de crisis como la actual.

El parate taxista refleja el preocupante efecto que los problemas importados de Estados Unidos están causando a la economía argentina.

La gente recorta donde menos le duele y ahorrar en un viaje está siendo argumento suficiente para esperar en las paradas del transporte público y olvidarse de las comodidades del taxi.

En cuestión de meses, los profesionales del sector confiesan haber perdido entre un 40 y un 60% de los clientes que recogían en las calles porteñas. Esto supone que, prácticamente, una de cada seis personas que hasta septiembre se movían en taxi han dejado de hacerlo.

“Veníamos muy bien y se desbarrancó todo en forma violenta”, se sinceró Enrique Celli, presidente de la Federación Metropolitana de Propietarios de Taxis.

Sus palabras sirven para recordar la fuerte recuperación que logró este sector luego de la devaluación. Especialmente, el año pasado, cuando el incremento de la rentabilidad hizo que el precio de las matrículas elevaran su cotización de $ 23.000 pesos a mas de $30.000. También la evolución de las tarifas hizo lo suyo, ya que la ficha tuvo dos aumentos en este año y la bajada de bandera cuesta $3,10 y la ficha 0,31 centavos

“Cuando el país funcionaba, todos tomaban taxis y ahora hay miles de coches vacíos a toda hora”, agregó el representante de los dueños de taxis.

En la misma sintonía, José Ibarra, secretario general del Sindicato de Conductores de Taxis, aseguró que “se paró todo, el trabajo sufrió una merma de, como mínimo, el 40% porque la gente se cuida mas con el dinero y deja de gastar como antes”.

De hecho, ambos coincidieron en que ahora el taxi pasó a ser el último recurso cuando antes no se daba abasto con los pedidos y las agencias de radiotaxi “tiraban” viajes cada dos minutos. “A veces, pasan horas sin que la radio avise de algún pasajero o empresa que reclame nuestros servicios”, sostuvo Jorge Pérez Serrano, mientras conducía a este cronista en su taxi Corsa, modelo 2004.

Ganancias en picada

Hasta mediados de año, la rentabilidad mensual neta del negocio estaba entre $ 2000 y $ 2500, según datos aportados por la Cámara de Empresas de Radiotaxi que agrupa a 15 empresas con 4800 autos.

Hoy se estima que, de los 36.000 taxis habilitados para operar en la Ciudad, cerca de 6000 están hoy parados por falta de choferes. “Nadie quiere sentarse 14 o 16 horas a manejar un taxi para no poder llegar ni a juntar los $ 200 por día que hacen falta para pagar el alquiler del auto”, sostuvo Celli, para quien la situación “ya es preocupante”.

Tanto el empresario como el representante gremial coincidieron en que, mas allá de la fuerte caída del negocio, los costos siguen aumentando. “La nafta, el seguro, los aportes patronales, lo que se lleva la empresa de radiotaxi y hasta las multas han subido y hay que seguir pagando”, advirtieron tanto Celli como Ibarra.

Para el representante de los dueños de taxis, este escenario es razón mas que suficiente para reclamar “los mismos beneficios que tienen otros servicios de transporte, como los colectivos, que pagan el combustible y las cargas sociales a precios subsidiados”.