"En Copa Davis siempre luchas hasta la muerte", afirmó Verdasco, héroe del triunfo 3-1 de España ante Argentina en la Copa Davis, al vencer en cinco sets a Acasuso
Por Adrián Taccone, enviado especial de Asteriscos.Tv
"Fue sin dudas la victoria más importante de mi vida", destacó Verdasco, designado hoy para reemplazar a David Ferrer, raqueta número uno del equipo, ante la baja de Rafael Nadal, en el estadio Islas Malvinas, de Mar del Plata.
"Uno sueña con esto desde niño y pocos pueden aprovechar la oportunidad. Quiero dar gracias a Dios por este momento", dijo Verdasco, entrevistado dentro de la cancha por TyC Sports, mientras su compañero Feliciano López aplaudía al público argentino.
Acasuso, quien a su vez debió reemplazar al lesionado Juan Martín Del Potro y estaba 2-1 en sets, "me hizo dudar mucho", dijo Verdasco, "pero en Copa Davis siempre luchas hasta la muerte y siempre con la esperanza de ganar", afirmó Verdasco.
El español, número 16 del ranking mundial, admitió que jugó dolorido y con sus dos dedos gordos de los pies vendados y que además se lastimó la muñeca en el dobles, que ganó en pareja con López.
Verdasco envió un saludo a Nadal y también a Tommy Robredo y a Nicolás Almagro, integrantes del equipo en series anteriores.
"Gracias a ellos estamos aquí. Todo el año tuvimos una relación impresionante y esto fue clave para nuestro triunfo", afirmó Verdasco, nacido el 15 de noviembre de 1983 en Madrid, de 1,87m y 81kg, con apenas un título de ATP (Umag 2008) y con 8 triunfos y 6 derrotas en Copa Davis.
Su compañero Ferrer afirmó a su vez que "este triunfo demuestra que España tiene un gran equipo, esté o no, Rafa (Nadal)".
Ferrer agradeció la felicitación de Guillermo Coria, el tenista argentino casi inactivo por lesiones en los últimos años y que participó de la trasmisión de TyC Sports.
"Me saco el sombrero porque me han tapado la boca. Se daba por ganador al equipo argentino y ustedes estuvieron siempre muy humildes y no me queda más que felicitarlos", dijo Coria.
El equipo español, que sacó un invicto de diez años a Argentina de local, dio una vuelta olímpica aplaudiendo y siendo aplaudido por el público argentino, que lo saludó también al subir al podio para recibir el trofeo.