Desde el Gobierno dicen que "beneficiará a un millón de contribuyentes, de los cuales unos 600.000 dejarán de pagar y el resto abonará montos menores que este año"
El gobierno bonaerense estudia la posibilidad de aplicar un revalúo inmobiliario que implicaría incrementos impositivos para las viviendas de mayor valuación y exenciones para las de menor valor fiscal.
El anteproyecto de presupuesto provincial y su correspondiente ley impositiva están en el despacho del gobernador Daniel Scioli, que será, dijeron voceros del mandatario, el que finalmente defina los aspectos controvertidos de las iniciativas, según pudo saber el diario La Nación.
El presupuesto bonaerense para 2009, manejado con máxima reserva por un puñado de funcionarios, llevará los gastos provinciales a casi 50.000 millones de pesos, lo que implica un incremento superior al 40% respecto de los 35.000 millones presupuestados para el corriente ejercicio. Se espera, asimismo, un fuerte incremento de fondos nacionales.
El principal ingreso extra lo constituye Ingresos Brutos, que este año incorporará unos $ 5000 millones al año a partir de la ampliación de ese gravamen aprobada en julio último y puesta en marcha en agosto. En este ítem no se prevén nuevos cambios.
El plan que estudia Scioli implica rebajar sensiblemente los impuestos de propiedades cuya valuación sea inferior a $ 95.000 pesos y compensar esa disminución con la aplicación de la revaluación realizada por la provincia en 2005 y que sólo se puso en marcha parcialmente hace dos años para aquellos que realizan mejoras en sus viviendas. Así, los incrementos recaerían sobre las propiedades de más de $ 200.000 de valuación. De todas formas, el revalúo no se aplicaría íntegramente, sino que se haría en forma parcial y la carga tributaria subiría porcentualmente en relación con la mayor valuación de las fincas sin sobrepasar un 30% de aumento.
"No habrá un aumento del impuesto inmobiliario urbano, ya que técnicamente no se tocarán las alícuotas, pero sí se dispondrán cambios en las valuaciones", dijo uno de los colaboradores de Scioli al reconocer la alternativa en estudio, al diario La Nación.
El calificado informante señaló que "se cumplirá con el compromiso que el gobierno asumió a mediados de este año de llevar a monto cero el gravamen para las viviendas de los sectores más humildes y de reducir el monto de las boletas para las unidades de bajo valor". Es que esa medida fue comprometida por el ministro de Economía provincial, Rafael Perelmiter, en julio, cuando se introdujeron reformas a la ley impositiva, principalmente para aplicar alzas de alícuotas del impuesto a los ingresos brutos.
Así, el esquema que regirá en 2009 llevará a "monto cero" el inmobiliario para las casas valuadas en hasta $ 25.000. Y se aplicará una escala de reducción de los montos a pagar, que llegará hasta el 50% de rebaja, para las viviendas valuadas hasta $ 95.000. Según los cálculos oficiales, esa medida beneficiará a un millón de contribuyentes, de los cuales unos 600.000 dejarán de pagar y el resto abonará montos menores que este año.
Para los inmuebles de más alto valor, en tanto, se aplicarán aumentos en las valuaciones. Pero las fuentes consultadas del Ejecutivo y de la Legislatura prefirieron extrema reserva y no indicaron a partir de qué niveles se dispondrán las subas.
Sólo se señaló que los aumentos alcanzarán a "los sectores más acomodados" y que, como se dijo, se utilizará una escala que llevará los aumentos de las valuaciones hasta un 30% como máximo.
Las fuentes subrayaron que "sólo se aumentarán las valuaciones para la franja más alta de los contribuyentes para compensar la pérdida de ingresos que implicará esa medida". Según lo estimado, la medida importaría, como máximo, unos $ 300 millones extras, aunque, se aclaró, "el objetivo no es mejorar la recaudación con esta medida".
En favor y en contra
La propuesta tiene detractores dentro del propio gabinete de Scioli y sería defendida por Perelmiter y por el jefe de la Agencia de Recaudación de Buenos Aires (ARBA), Santiago Montoya.
Paralelamente, el gobierno analiza aumentar el impuesto inmobiliario rural con un criterio largamente discutido con las entidades de asociar el gravamen con la productividad de los campos.
Ambas medidas están supeditadas a otras que también estudia el gobierno provincial y que se relacionan con el impacto de la crisis internacional en la producción y los bolsillos de los bonaerenses, tal como comentó un alto funcionario provincial que también tiene en su despacho una copia de las propuestas.
En tal sentido, Perelmiter dijo en las últimas horas que al preparar el presupuesto "nadie en su sano juicio hace caso omiso de la crisis, hemos planteado una suerte de mejoramiento en los lugares que tenemos problemas".
Es que el gobierno bonaerense avanza, en forma simultánea, en la definición de un plan para enfrentar la amenaza de despidos, que incluirá la extensión de planes de empleo provinciales y moratorias especiales para aliviar la carga que pesa sobre los empresarios.
En el caso del impuesto a los automotores -patentes- se cobrará en 2009 con la actualización de las valuaciones a partir del 1º de enero de acuerdo con los valores de mercado.
Otro dato llamativo es que al igual que en 2008 el presupuesto del año próximo no incluye pauta salarial, es decir, no prevé aumentos de sueldos para los agentes estatales.
En tanto, con otra forma legal, se incorporaría en el propio presupuesto el blanqueo de la utilización de los fondos del Instituto de Previsión Social (IPS), que el Ejecutivo no logró imponer en la Legislatura.
En las últimas horas Perelmiter reconoció que se trabaja "a marcha forzada" en la definición del presupuesto provincial y que la semana próxima será enviado a la Legislatura. Además, señaló que "se van a atender los problemas que vemos más acuciantes", aunque no detalló fórmula alguna. Mencionó: minoridad, justicia, seguridad, educación.