Con goles de Uglessich, Cabrera y Cristaldo, el equipo de Liniers venció al "xeneize" en la Bombonera. Descontaron Forlín y Palacio. Partido emocionante
Vélez Sarfield logró asestar duros golpes a la humanidad de Boca Juniors y con un juego táctico muy aceitado le ganó a los hombres dirigidos por Carlos Ischia, por 3-2, en un encuentro correspondiente a la decimoquinta fecha del torneo Apertura del fútbol argentino.
Los goles del equipo de Liniers fueron convertidos por Mariano Uglessich (17m), Nicolás Cabrera (51m) y Jonathan Cristaldo (63m), mientras que el juvenil Juan Forlín (58m) de cabeza y Rodrigo Palacio (84m), descontaron para los "xeneizes".
De esta manera el equipo boquense perdió una inmejorable ocasión para quedar como único líder del torneo Apertura, dado que un triunfo lo hubiera colocado un punto por encima de San Lorenzo y Tigre, ahora los punteros del certamen.
Boca no pudo encontrar el ritmo del partido, que siempre fue poder de Vélez, en especial por la laboriosa tarea de Fabián Cubero y una excelente disposición táctica, tanto en la faz defensiva, como en el ataque, donde pegó en los momentos justos.
La fructífera tarde velezana se empezó a vislumbrar en la primera aproximación de los de Tocalli. Fue en una pelota detenida, donde Papa encontró a un Uglessich libre de marcas quien metió el testazo al gol. Ese tanto tranquilizó a Vélez y apuró a un Boca que se vio sobrepasado por la situación de ir en desventaja.
El ataque local, se mostró acelerado, sobre todo por el lado de Mouche y chocó con la seguridad de Barovero. Entonces, Vélez comenzó a ser punzante en las enormes grietas del fondo xeneize, hoy más endeble que nunca con la línea de tres.
Para ahondar un poco más los males de Boca, en el inicio de la segunda parte, el ingresado Nicolás Cabrera armó una apilada por la derecha, ingresó al área y definió cruzado para ampliar la ventaja e iniciar su tarde encendida. Si antes el local estaba presuroso ahora la cosa urgía.
Gaitán, quien había ingresado por Dátolo, tenía la función de ser el complemento de Riquelme en la conducción, pero terminó llevando la batuta. Boca tuvo un lapsus de asedio, pero el arquero visitante se mostraba sólido por todos lados. Hasta que quedó un tiro libre para Riquelme en posición de derecho. El astro xeneize le pegó con su notable calidad, la pelota dio en el travesaño, picó en zona dudosa y para despejar incógnitas estaba Forlín, quien descontó.
Ischia decidió poner todo en busca de un empate salvador y dio aún más ventajas en el fondo. La sensación de empate o sentencia estaba en cada jugada y cuando Vélez acertó, lo definió. Fue en una buena maniobra de Cristaldo, quien se sacó un hombre de encima y le pegó al palo más cercano.
Todo parecía definido, cuando a poco del final, Gaitán la empaló para Palacio, quien metió un cabezazo al gol. Esperanza fugaz para los minutos finales, donde cada pelotazo supo a agonía para un Vélez que terminó celebrando y dejando pareja la definición del título.