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21 de noviembre de 2024
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Lula puso US$ 4.000 millones para salvar a las automotrices
Brasil armó un plan de rescate para sostener las ventas de autos. La decisión fue luego de registrar en octubre una de las peores caídas en años: la demanda declinó 11%
13 de noviembre de 2008
Entre el gobierno federal de Lula da Silva y el del estado de San Pablo, comandando por José Serra, armaron un plan de rescate de la industria automotriz: hay 4.000 millones de dólares, financiados mitad y mitad, para sostener las ventas de autos. La decisión la tomaron después de registrar en octubre una de las peores caídas en muchos años: la demanda declinó 11%.

Para la Argentina, cuya industria de autos y autopartes está íntimamente vinculada a la de Brasil, este plan puede ser una soga que la saque del pantano. Ocurre que 27 por ciento de las exportaciones de automóviles argentinos tienen como destino casi exclusivo Brasil y en segundo lugar, pero lejos, a México, informó el diario Clarín.

No sólo están en juego vehículos terminados. También una demanda brasileña achicada habrá de provocar una caída considerable en los despachos de las autopartistas. Esto tiene repercusiones en muchos otros sectores, por su efecto multiplicador. Por empezar, la siderurgia y los textiles.

Las montadoras de Brasil dijeron que los 4.000 millones de dólares serán "suficientes para pasar los próximos meses". El anuncio de esta financiación compartida entre Lula y Serra se realizó en San Pablo con la presencia del ministro de Hacienda, Guido Mantega y el titular de Anfavea (la Adefa brasileña), Jackson Schneider.

El dirigente empresarial sostuvo que "hubo una retracción sensible en las líneas de crédito. Como consecuencia, el consumidor iba a las concesionarias y no le financiaban la compra o no lo hacían en condiciones adecuadas para adquirir el producto".

El retroceso de las ventas de octubre ya generó un proceso de vacaciones anticipadas colectivas de millares de operarios de las montadoras. De enero a septiembre, por ejemplo, las fábricas llegaron a producir 2.450.000 unidades que -según dicen aquí- es un récord histórico. Pero ese empuje se terminó.

De acuerdo con lo que aseguró Serra, "queremos sumar esfuerzos a los que ya realiza el gobierno federal para que fluya el crédito necesario y con esto se mantenga el nivel de actividad y del empleo en las fábricas automotrices".

En San Pablo, los sectores que más se destacan son precisamente la producción de automóviles, de textiles y de calzado. Pero sin duda la primera es la más importante y tiene su base en lo que se llama el ABCD (el cinturón del Gran San Pablo) donde habitan al menos 10 millones de personas. Un freno a la actividad automotriz sería para el estado paulista sencillamente una catástrofe. Los recursos serán distribuidos entre las financieras de las propias empresas automotrices fabricantes.

El ministro Mantega sostuvo por su lado que es preciso hacer todo para "mantener la continuidad en el crecimiento de la economía brasileña. Y para eso, también los gobiernos provinciales deberá tomar iniciativas como ésta".

Por el momento, las empresas mantienen sus perspectivas de inversión entre los años 2008 y 2011 en Brasil que asciende a 23.000 millones de dólares en todo ese cuatrienio.

Los analistas sostienen que este crédito de emergencia surtirá efecto hasta al menos enero próximo. Pero eso va a depender del comportamiento que adopte el consumidor: por ejemplo, de su temor a perder el empleo o bien de los intereses altos.