Con los viejos vicios, Diego se dejó influenciar por sus 'amigos' que le hicieron ver que el 'Checho' no le era "fiel". El "Diez" cambió de opinión. ¿TVR tiene la culpa?
Por Roberto Aguirre Blanco
Todo sucedió en un fin de semana: el primero de noviembre.
En esas 48 horas, tras una reunión un día antes que había dejado un principio de acuerdo entre Diego Maradona y sus dos ex compañeros del seleccionado de 1986, Sergio Batista y José Luis Brown, todo cambió llamativamente.
Según relata el portal adnnoticias.com, en esas horas en Ezeiza, donde reside ahora el “Diez”, se cocinó el descabezamiento de los flamantes colaboradores del DT del seleccionado tras surgir la figura de los “amigos del campeón”, esos alcahuetes con traje de periodistas, ex jugadores y amigotes, que se hacen llamar el “entorno de Maradona”.
Es una enfermedad que le quedó al astro aún sin curar.
Después de una reunión supuestamente “satisfactoria”, el viernes 31 de octubre con el “Checho” Batista y Brown todo parecía encaminarse a que ellos serían los nuevos asistentes del “Diez”.
Sin embargo, según pudo saber este portal, durante el pasado fin de semana, dos periodistas que se jactan de ser voceros del DT le llenaron los oídos de rumores y declaraciones “off de record” del “Checho”, que lo dejaron mal parado ante Diego.
“No quiere ser tu segundo, quiere tu puesto. No te es leal”, fueron algunos dichos que le bombardearon la cabeza al nuevo entrenador nacional y que se le sumó una secuencia del programa “TVR” de ese sábado, donde exhibieron dos declaraciones de Batista.
Una de ellas, en los días previos a la designación cuando se lo ubicaba como postulante al cargo diciendo, ante la chance de ayudar a Maradona: ”Si se me anuncia como candidato a dirigir la mayor, no estoy para ser ayudante, me parece”.
La otra fue cuando aceptaba la propuesta del "Diez" y dijo estar "feliz” con la designación de ayudar en el cuerpo técnico de la selección mayor. En una típica secuencia de contradicciones que los archivos de TV exponen con crudeza.
Es también cierto que Batista tenía miedo de las reacciones de Maradona en el cargo y que una posible ruptura de este romance con Grondona lo dejara fuera de todo, o sea, sin el pan y sin la torta, según relataron fuentes cercanas al DT de los juveniles a Asteriscos.Tv.
De todo esto sacaron provecho los 'asesores' de Diego, más los propios códigos de lealtades del ex capitán del seleccionado, que provocaron que el lunes 3 de noviembre pasado todo lo pactado diera marcha atrás.
En la conferencia de presentación de Ezeiza, Diego avisó que quería como ayudantes de campo a Oscar Ruggeri y su nuevo amigo, Alejandro Mancuso, socio en el “Showball”, información que recibió minutos antes del encuentro oficial el presidente de AFA, Julio Grondona, y rechazó de plano. Su cara de velorio lo confirmó después. Fue la primera crisis.
Maradona esa tarde mandó su mensaje decodificado: “El que no está conmigo, no está”.
Así mostró una sus caras más criticables y ni siquiera pasó a saludar al “Checho” y al “Tata” que estaban en el predio.
Veinticuatro horas después, Batista salió a aclarar que no entendía “lo que pasaba” y que querían “enfrentarlo” al nuevo DT.
Por su parte, Brown, horas después salió a jurar “fidelidad eterna” al Pelusa, inclusive por sobre el "Checho", según dijeron allegados al ex defensor.