Otros dos bancos regionales de Estados Unidos colapsaron debido a la crisis financiera internacional, con lo que la cifra de entidades que quebraron asciende a 19 en todo el año.

Pero la malas previsiones no se acaban con esta noticia, dado que las autoridades bancarias nacionales creen que el número de bancarrotas seguirá creciendo entre las 8400 entidades del país.

Los últimos afectados fueron el Franklin Bank, de Houston, con activos brutos de unos 5000 millones de dólares y el Security Pacific Bank de Los Angeles, con activos de 560 millones de dólares.

En ambos casos los depósitos de los clientes quedaron garantizados por la compra de ambas entidades por otras.

En lo que respecta al Franklin Bank, los depósitos y una parte de los valores fueron asumidos por el competidor texano Prosperity Bank, informó la Corporación Federal de Seguro de los Depósitos Bancarios (FDIC). El resto tendrá que ser salvaguardado por la propia FDIC a un costo de unos 1600 millones de dólares.

Los depósitos y algunos valores del Security Pacific Bank irán al Pacific Western Bank, también de Los Angeles, pero la FDIC tendrá que asumir en este caso cargas por 210 millones de dólares.

La mayor quiebra bancaria en la historia de Estados Unidos se produjo a fines de septiembre con la desaparición de la que fuera la mayor caja de depósitos, Washington Mutual, con activos brutos por valor de más de 300.000 millones de dólares.

La segunda mayor fue en julio la del banco hipotecario IndyMac, de 32.000 millones de dólares.