Por Roberto Aguirre Blanco

Son las leyes de la televisión nunca escritas. Generar expectativas para después no cumplirlas. ¿Algún día los �genios� de la TV se darán cuenta de que eso cansa a la gente?

Marcelo Tinelli, quien está demasiado presionado por el rating volátil de 2008, pierde el equilibrio y arruina lo bueno que resultó la presentación del nuevo baile show, el acqua dance, con un final preparado, sin sorpresa y de falta del respeto al público.

Está claro que durante toda la noche generó el �morbo� de muchos, además del genuino interés de otros, por ver en las piletas de esta nueva danza a la Tota Santillán, lo anunció cada 15 minutos para presentarlo como el último participante.

Al llegar ese momento, luego de elogiarlo y subrayar el interés por verlo, una burda puesta en escena sobre la necesidad de entregar la transmisión por pedido del canal dejó a los espectadores con las ganas de observar el cierre del show y postergarlo para el próximo viernes.

Eran apenas las 12 de la noche �el programa nunca termina habitualmente antes de la 0:20� y si bien es seguro que esa expectativa de la gente se traslucirá con un buen rating el próximo viernes, la sensación siempre es la misma: la estafa.

Poco importan los espectadores, y quizás por allí surja a respuesta del por qué este año su publico cautivo se escapó a otras propuestas menos cansadoras y más creativas.

La verdad es simple: en Telefé, la señal con la cual este miércoles el 13 se propuso jugar a un Boca-River fuera de libreto, ya no tenía nada de peso al aire y se ideó guardar esa carta pesada que es la Tota para otra batalla.

Si bien el rating favoreció al 13 con picos de 25 a 21, a los 45 minutos de comenzar la guerra entre �Bailando� y el estreno de �Los exitosos Pells� en Telefé, todo cambió.

El dato no menor es que a la hora señalada (22:30) Tinelli arrancó con casi siete puntos de ventaja y esa diferencia a favor la fue perdiendo hasta ganar el segmento por el muy poco margen.

La desesperación del 13 y Tinelli de no perder con los �Pells� se manifestó cuando este miércoles, a último momento, se decidió emitir �Showmatch�, levantar �Socias� que tuvo promociones hasta el martes a la noche, reprogramar la griila del jueves, y como siempre, faltarle el respeto a la gente.

Todos estos hechos lamentables dejaron en un segundo lugar las buenas críticas que mereció la propuesta del acqua dance, un espectáculo vistoso, sensual, de gran destreza y esfuerzo por parte de los participantes, especialmente los famosos.

Sin embargo, estas �extrañas� actitudes, que sólo hacen marcar la desesperación de algunos y la locura de otros por ganar un punto de rating a cualquier precio, dejó el espectáculo en el último lugar.

Excelente la presentación con la imponente Luciana Salazar y el coreógrafo Flavio Mendoza, y las participaciones de Carolina �pampita� Ardohain, Mónica Farro �la mejor-- Eunice Castro, Sofía Zamolo y Marixa Balli, ante un jurado que a pesar de la dificultades estuvo muy exigente.

Quizás dé para un comentario más extenso. Sin embargo, ese acto deberá buscarse en algún medio más �alcahuete� que no haga lugar a las quejas del espectador.

Eso de que por el rating todo vale, no comulga en estas líneas.