El economista Aldo Ferrer sostuvo que “el desafío es crear condiciones para el crecimiento exportando valor agregado”. Habló del tipo de cambio, las retenciones y de crédito
El economista Aldo Ferrer sostuvo que Argentina está ante una “oportunidad histórica” para ocupar un nuevo lugar a partir del reordenamiento en el orden mundial que generará la crisis financiera internacional, y remarcó la necesidad de pasar del esquema exportador de productos primarios para ir a otro más consolidado que ofrezca productos con valor agregado.
En el bloque sobre “Exportaciones con valor agregado”, el ex ministro de Economía de la Nación afirmó que países como la Argentina se enfrentan a nuevos desafíos, y que podrán sortearlos de forma positiva si tienen una estrategia de desarrollo integral de toda la economía y sus cadenas de valor.
“La historia de la economía mundial se refiere a la alimentación. Argentina se mostró al mundo en el siglo XIX como un productor de agroalimentos. Ahora, en el siglo XXI, estamos ante acontecimientos extraordinarios, ante una verdadera revolución tecnológica que se refleja en áreas como la biotecnología y la siembra directa. Es una revolución en materia de productividad”, describió.
Agregó que “en ese mapa, China, India y los países de oriente conforman un nuevo mercado mundial de miles de millones de personas que incrementan la demanda global de productos y alimentos”.
Para el actual director de la estatal Enarsa, en el escenario actual, Argentina enfrenta como desafío “generar condiciones para el crecimiento como la absorción del conocimiento y la tecnología en los procesos de desarrollo fronteras adentro a partir de las cadenas de valor”.
“Para ser eficientes en la cadena agroalimentaria tenemos que ser eficientes en muchas otras cosas. Ese sector tiene que estar integrado a un sistema mucho más complejo. Es muy importante tener estrategias integradoras en el sector agroalimentario y en el marco de una economía integrada a las producciones modernas, porque los países que están solo en producción primaria no salen del subdesarrollo”, remarcó Ferrer.
El economista dijo que al comparar a Argentina con los grandes países, estos últimos tuvieron como primer impulso la integración agroalimentaria, como fue en los casos de EE UU y Australia, pero crecieron porque se convirtieron en economías plenamente industriales que incorporaron tecnología.
También tuvo un párrafo especial para la actual crisis global y el rol de Argentina: “Esta conmoción financiera va a pasar, pero lo que va a quedar es el desplazamiento del centro de poder, la aparición de nuevos actores en el escenario internacional, que son los países del sudeste asiático y, la posibilidad de tener un nuevo lugar para países como el nuestro”.
“Estos desafíos importantes le plantean a la gestión de la política económica conflictos de intereses y es ahí donde se deben definir qué se exporta, cómo, por qué necesitamos tipos de cambio diferenciales para ganar con toda la cadena agroalimentaria y la industria”, agregó.
El economista aseguró que para garantizar el desarrollo hacen falta políticas diferenciadas para cada sector.
“Esto plantea desafíos en el tipo de cambio, las retenciones y de crédito. Nunca nos sentamos sensatamente para plantear que haya oportunidades para todos. Las condiciones son excepcionales. Hay oportunidades extraordinarias para el país y se puede inaugurar una etapa muy promisoria. El mundo nos dice otra vez que hay un lugar importante para la Argentina y tenemos que ocuparlo”, sentenció.