Es un ex director de la Fundación. Dijo que dos jóvenes dormían en la habitación de él. El testigo, ex policía bonaerense, es un hombre de confianza del sacerdote
Hasta sus propios testigos se le dan vuelta. Ahora fue el turno de un ex director de la Fundación Felices los niños, testigo del propio Julio Grassi.
El testigo declaró ayer que dos jóvenes que fueron internos de la Fundación Felices Los Niños (uno era mayor y el otro menor) dormían en la misma habitación que el cura, aunque aclaró que lo hacían en camas separadas.
El testigo es un hombre de confianza de Grassi. Se trata de Juan Domingo Pérez, un ex policía bonaerense que fue director de Hogares y vicepresidente de la Fundación, y que tuvo causas por maltrato familiar y fue condenado a dos años de prisión en suspenso.
Pérez, tal como había declarado en la instrucción, relató que esos dos jóvenes (ninguno es denunciante en el juicio) compartían la suite con el cura. Fuentes judiciales dijeron que si bien aclaró que no dormían en la misma cama, dormían con la puerta cerrada. Estos dos jóvenes estaban entre los "preferidos" de Grassi y hacían las veces de sus secretarios. En una situación similar a ellos estuvo "Luis", uno de los jóvenes que lo denunció por abuso sexual, al igual que "Gabriel" y "Ezequiel".
La otra persona que declaró ayer en el juicio contra Grassi por 17 hechos de abuso sexual, corrupción de menores y amenazas fue la ex mujer de Pérez, Laura Anronacci. Ella, entre otras cosas, dijo que la noche que mataron al cura Mario Borgione, Grassi llamó a su ex marido y le dijo que tenía miedo y que necesitaba ayuda.
Ni la querella, ni la fiscalía, ni la defensa le hicieron más preguntas al respecto.
El padre Borgione fue asesinado en la madrugada del 19 de agosto de 1996 en Pablo Podestá por Daniel Manna y Fernando Roldán.
En el juicio por el crimen, los dos jóvenes aseguraron que estaban en el auto de Borgione porque el sacerdote les había ofrecido dinero a cambio de tener sexo oral con ellos. Pero ninguno de los dos mencionó a otra persona. Los jóvenes fueron condenados a 13 y 14 años de prisión.