El dato surge de una encuesta del Consejo de Análisis para la Competitividad Industrial (CACI) de la Unión Industrial de la Provincia. Es por la crisis
Siete de cada diez industrias de la provincia de Buenos Aires sufrió caídas en su producción en lo que va del año, según el Consejo de Análisis para la Competitividad Industrial (CACI) de la Unión Industrial de la Provincia de Buenos Aires, y desde el sector fabril se advirtió sobre la necesidad de adoptar medidas en forma rápida para revertir este fenómeno.
Se trata del resultado de una muestra realizada entre 600 empresas que comprenden más de 27 sectores relevantes de 21 rubros manufactureros, a razón de entre 10 a 30 casos por sector, en el ámbito de la provincia de Buenos Aires.
El relevamiento concluyó que "el contexto se presenta con expectativas desfavorables por parte de los empresarios industriales, apoyadas con la verificación de experiencias negativas en ventas al mercado interno como en la dinámica de las exportaciones, aunque en ambos casos no en forma generalizada ni mayoritaria".
Así, apenas 31,4 por ciento de las empresas señaló que mantuvo su producción este año a la par del anterior, en tanto que 11,4 disminuyó su volumen entre 1 y 10 por ciento; 17,10 de las industrias lo hizo entre 11 y 20; una cifra similar vio caer su actividad entre 21 y 30; y 23 por ciento adjudicó caídas mayores a 31 por ciento.
El titular de la UIPBA, Osvaldo Rial, consideró que "hay una situación un poco inestable, de incertidumbre. La Argentina estaba yendo por un buen camino y ahora está pagando los efectos de la crisis internacional, ya que estamos globalizados".
"Los mercados externos están devaluando y eso deriva en una fuerte pérdida de competitividad. Reafirmar el modelo económico implica también tener en cuenta lo que lo llevó adelante, y uno de los pilares fundamentales ha sido el dólar competitivo", remarcó el presidente de la UIPBA.
El relevamiento realizado por el CACI arrojó que el 48,6 por ciento de las industrias bonaerenses exporta, y de ese total, 22,9 por ciento experimentó mermas en sus pedidos del exterior; y 11,4 de los casos denotó caídas de hasta 70 por ciento en sus exportaciones.
"Chile, Brasil, México y Perú han devaluado en forma significativa. Y si bien esto no está cerrado, creo que tenemos que ir viendo, monitoreando y resolviendo los problemas lo más rápido posible, adecuando las variables clave que hacen a la competitividad, y el tipo de cambio es una de ellas", sostuvo Rial.
El titular de la UIPBA advirtió que "todo lo que se demore en tomar decisiones prolonga los debates, y eso significa estar con incertidumbre e ir padeciendo una retracción en nuestra economía que no tiene sentido, porque en la Argentina estamos macroeconómicamente bien, creciendo en los últimos cinco años a niveles sorprendentes, como no ocurrió en los últimos cien años".
El relevamiento del CACI también destacó que 42,9 por ciento de las industrias percibió una disminución de entre 11 y 30 por ciento en sus ventas, más de 10 por ciento de los encuestados sufrió una merma que superó 31 por ciento.
Por su lado, sólo 28,6 por ciento pudo mantener sus volúmenes de ventas en el último bimestre; y apenas 2,9 logró aumentarlas entre 11 y 20 por ciento.
"Hoy no quiere decir que si monitoreamos el comercio exterior, estamos cerrando la economía. La economía es el activo más importante que tiene un país y lo debe administrar. Eso está totalmente claro y las medidas que se están tomando van en ese sentido, como la las licencias automáticas y no automáticas, los valores de referencia para evitar la subfacturación de importaciones y otras decisiones que vienen adoptando la Secretaría de Industria de la Nación", afirmó Rial.
Sin embargo, consideró que "mientras esta crisis se vaya acomodando debemos observar qué es lo que está pasando y tomar los recaudos necesarios para no perjudicar nuestros mercados internos, la producción y fundamentalmente al trabajo".
En cuanto al empleo, el relevamiento de CACI detectó que en el 47,7 por ciento de los casos no se aplicaron políticas de restricción en la aplicación de mano de obra y 20 por ciento señaló estar recortando horas extras.
El resto de la muestra optó por diferentes medidas ante las restricciones en producción, como adelanto de vacaciones y reducción de horas extras.
Asimismo, 88,6 por ciento de la muestra se mostró de pesimista a muy pesimista para el corto plazo, en el marco de un escenario delicado a nivel internacional.
Sólo 2,9 por ciento de los empresarios manifestó expectativas positivas en el corto plazo, mientras que 5,7 no espera grandes cambios en su contexto de negocios.
El informe también señaló que "se detectó el acortamiento en los plazos de financiación desde los proveedores y alargamiento de los plazos de pago en los compradores, lo cual podría implicar -de persistir- cierta dificultad de carácter financiero en el corto plazo".