Los narcotraficantes mexicanos, de la causa efedrina, tenían pensado vengarse de "Ricky" Martínez atentando contra el actor, quien tiene seguridad personal
El mensaje no dejaba lugar a dudas: ?Los mexicanos van a vengarse de Ricardo Martínez en su hijo Mariano, le van a dejar una marca para siempre?.
La frase susurrada al oído de un veterano investigador policial, por uno de sus informantes del hampa hace 45 días, reveló hasta dónde estaban dispuestos los narcotraficantes que supuestamente negociaban con el padre del actor para buscar su silencio o tomar represalias, después de que desapareciera un cargamento de metanfetaminas en poder de la banda.
Desde ese momento, la seguridad personal del galán de TV estaba en riesgo y sus allegados lo sabían. Al menos le hicieron llegar la información de que los negocios en los que estaba su padre podían ser peligrosos, para que tomara algún recaudo.
Así lo revelaron a LA NACION fuentes policiales y lo reconoció el propio Ricardo Martínez a uno de los investigadores de la ruta de la efedrina, pocas horas después de ser detenido en el barrio de Montserrat, la semana pasada, según fuentes del caso.
?Tengo miedo, siempre pensé que le podían hacer algo a Mariano?, le confesó a un investigador. Su hijo estaba en la antesala del despacho del juez federal de Zárate Campana, Federico Faggionatto Márquez, cuando el hombre expresó sus temores.
El abogado de Martínez, Carlos Olita, dijo a LA NACION: ?Hasta el momento desconocemos la situación. Ricardo Martínez está esperanzado de poder recuperar la libertad?.
Ahora la vida del actor ya no corre peligro, pues su padre está detenido y quienes supuestamente buscaban atentar contra su vida están en prisión, razonó un jefe policial.
Ricardo Martínez está preso en la misma causa que mantiene detenidos a 10 mexicanos acusados de montar una organización para elaborar y vender drogas sintéticas en Ingeniero Maschwitz y luego exportarlas a México, donde los carteles del narcotráfico la envían a los Estados Unidos.
Martínez había sido acusado por un testigo y por otro detenido de haber intentado enviar de metanfetaminas a México y venderles efedrina a los empresarios Sebastián Forza, Leopoldo Bina y Damián Ferrón, asesinados en General Rodríguez.
Pero al prestar declaración indagatoria el jueves pasado ante el juez federal de Zárate-Campana, Federico Faggionatto Márquez, Ricardo Martínez negó haber comercializado efedrina.
Reconoció tener una relación personal con Forza. Admitió, asimismo, que conocía a los mexicanos Juan Jesús Martínez Espinoza, preso en Paraguay, y Rodrigo Pozas Iturbe, presuntos líderes de la banda. Y dijo que también era conocido suyo el argentino Luis Tarzia, preso como ?gerente local? de la banda.
Martínez casi se definió como ?un busca?, que estaba cerca de la gente investigada para poder hacer algún negocio, pero no vinculado con la efedrina u otros precursores químicos. Martínez sostuvo que Martínez Espinoza y Tarzia llamaban ?jefe? a Pozas Iturbe.
Ricardo Martínez no es la única persona en la causa que teme por el bie- nestar de los suyos. ?Hay miedo, muchos de los imputados dijeron haberse sentido amenazados estado amenazados. Los mexicanos querían que nadie hablara?, dijo a LA NACION un investigador de la ruta de la efedrina.
Martínez quedó detenido después de la declaración de Gustavo Ricchiuto, un cirujano plástico que testificó que Forza, Ferrón y su socio José Luis Salerno ?que tiene orden de detención? el 24 de julio último le iban a comprar al padre del actor un cargamento de efedrina, que luego iban a vender a un mexicano que llegaba ese día al aeropuerto de Ezeiza.
La otra declaración que complicó a Ricardo Martínez fue la de un imputado, Armando Jiuliani, sospechoso de haber estado en la quinta de Ingeniero Maschwitz, donde se elaboraba las metanfetaminas. Dijo que Martínez Espinoza una vez lo mandó a hablar con el padre del actor para que le devolviera ?una mercadería?. Y según Juliani, Martínez le contestó: ?Si la quiere que pague 300.000 dólares?, en supuesta referencia a un cargamento de metanfetaminas.
Pero Martínez, al declarar ante el juez, negó las acusaciones de este imputado. El martes próximo, ambos se verán frente a frente en un careo.
Tras su indagatoria, la situación de Martínez quedó menos comprometida. ?No se contradijo en ningún momento?, dijo una fuente del caso, que agregó que el juez Faggionatto Márquez resolverá su situación procesal esta semana.
Ahora, al parecer, todo se presenta mejor para la familia Martínez: el padre, con una mejor situación procesal, y el hijo, sin la amenaza evidente que pendía sobre su vida.