Al final, no lo podía creer. David Coulthard, el piloto escocés que en pocos días correrá su última carrera oficial en la F1, no tenía palabras para agradecer el fervor del público argentino, que aplaudió a rabiar su demostración sobre la avenida 9 de Julio, la más ancha del mundo.

Al final, se calzó una bandera nacional y recorrió los 1.200 de "pista" agradeciendo con los brazos en alto.

Como en Monza o Silverstone, pero en plena 9 de Julio. Miles de fanáticos del automovilismo pudieron ver y escuchar a pocos metros de distancia a un auto de F1, con la exhibición que el escocés David Coulthard realizó a bordo de un Red Bull.

Con una puntualidad envidiable, el coche empezó a rodar exactamente a las 15, como ya lo había hecho anteriormente en lugares como Bratislava, en Eslovaquia, o en la Plaza de Toros de Pamplona, en España.

Muchos hicieron lo imposible por observarlo y otros se conformaron simplemente con escuchar el ruido del potente motor (ver El RB4 de Red Bull).

Tras su retiro, Coulthard será asesor de Red Bull y periodista especializado en Fórmula 1 para la BBC de Londres.