El presidente francés dijo que podrían aportar una respuesta industrial ante los temblores financieros. Además, pidió una cumbre ampliada del Grupo de los ocho
El jefe de Estado francés, Nicolas Sarkozy, presidente en ejercicio de la Unión Europea (UE), se pronunció hoy a favor de la creación en Europa de fondos soberanos que, coordinados, permitirían "aportar una respuesta industrial a la crisis económica".
"Pido que reflexionemos sobre la oportunidad de que cada uno de nosotros cree fondos soberanos. Quizás podrían ser coordinados para aportar una respuesta industrial a la crisis", subrayó Sarkozy ante el Parlamento Europeo en Estrasburgo, según reprodujo el diario La Nación.
Creados por ciertos gobiernos, estos fondos de inversiones especiales sirven para administrar los activos de los Estados en el extranjero. Muy desarrollados en Asia y los países productores de petróleo, se estima que hoy en día manejan unos 5 billones de dólares.
"Conozco perfectamente los desacuerdos entre ciertos países, pero no puedo concebir que me digan que era necesaria una respuesta europea unida a la crisis financiera pero no a la crisis económica", dijo, al referirse a las diferencias sobre el tema dentro de la UE.
El líder francés manifestó además que Europa necesita una activa política industrial para promover el crecimiento y que debe responder conjuntamente a una distorsión de la competencia provocada por préstamos estatales baratos a la industria del automóvil para producir coches más limpios. "Nuestro deber es que Europa pueda continuar construyendo barcos, aviones y automóviles", concluyó.
El presidente francés volvió sobre su propuesta durante una conferencia de prensa tras su discurso en el hemiciclo, precisando que esos fondos soberanos permitirían a los gobiernos europeos invertir en industrias consideradas "estratégicas".
"Ya tenemos un cierto número de grandes grupos franceses o europeos cuyo valor hoy en día al precio del mercado es de un tercio de lo que valía hace seis meses. Y existen en el mundo fondos soberanos con medios considerables", advirtió, poniendo como ejemplo el caso de la compañía eléctrica francesa EDF.
"¿No debemos reflexionar durante el período de crisis a la utilidad de dotarse de fondos soberanos que permitan defender los intereses nacionales y europeos?", se preguntó.
Según Sarzkoy, esos fondos permitirían "adquirir activos estratégicos que están depreciados, hasta que pase la crisis y las cotizaciones vuelvan a subir, momento en el cual podremos poner en el mercado las acciones que compramos".
Financiación barata. Los fondos soberanos europeos podrían acceder a financiación barata de los gobiernos y vender participaciones industriales en el mercado con un beneficio posterior, dijo, tal como los gobiernos occidentales están buscando hacer con bancos.
Recordó que había salvado a la emblemática compañía francesa de ingeniería Alstom de la adquisición extranjera en 2004 con la compra de un 20 por ciento de participación por el Gobierno, contra la resistencia de la Comisión Europea, y que se vendió más tarde con una prima sustancial.
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, expresó que la idea de los fondos soberanos europeos era "muy interesante", pero tomó nota de las contradicciones entre los Estados miembros sobre sus posturas ante los fondos de riqueza. Mientras que Italia está tratando de legislar en contra de este tipo de inversión, España está activa buscando dinero del petróleo árabe.
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, consideró hoy que en la cumbre internacional para la reforma del sistema financiero deberían participar los miembros del G8, así como los del G5, que agrupa a las principales economías emergentes (México, Brasil, China, India, y Sudáfrica).
En una comparecencia ante el Parlamento Europeo, Sarkozy se mostró partidario de celebrar antes una reunión preparatoria con los socios de la UE, pero incidió en que "lo más simple" sería articular la cumbre en torno al G8, que reúne a las siete economías más industrializadas y a Rusia.
Dejó claro que, al organizar un encuentro de los líderes europeos del G8 -Francia, Alemania, Italia y Reino Unido-, "no queríamos insultar a nadie. Creíamos que si conseguíamos que esos cuatro países se pusieran de acuerdo no iría en detrimento del resto", explicó Sarkozy, para atajar las críticas por haber dejado fuera a otros países comunitarios, como España.
A su juicio, también hay que garantizar que todas las instituciones financieras están sometidas a regulación, que las remuneraciones de los ejecutivos no incentiven una toma de riesgos irresponsable y que las reglas de contabilidad de los bancos no contribuyan a agravar la crisis.
Sarkozy apostó, asimismo, por "redefinir" el sistema monetario, para tener tipos de cambio fijos y evitar, por ejemplo, que las demás economías tengan que asumir el déficit de la primera economía del mundo.