El Gobierno busca implementar algún mecanismo a los jubilados frente al impacto negativo que tuvo la crisis financiera sobre la rentabilidad de las AFJP
El Gobierno estudia hacer cambios profundos en el sistema de la jubilación privada o AFJP. Clarín tuvo acceso a un documento oficial donde se dice que la actual crisis pone "brutalmente" en evidencia que el sistema privado es "conceptualmente inadecuado". Y destaca que por la caída de los activos financieros "el Estado tendrá que salir a rescatar de una forma u otra a los futuros jubilados del sistema".
Las alternativas que están bajo estudio en el Gobierno van desde que el Estado absorba a los actuales jubilados privados y a los trabajadores próximos a jubilarse a través de las AFJP hasta la reimplantación de un régimen estatal único obligatorio, donde "el sistema de capitalización podría a lo sumo ser un pilar voluntario de ahorro individual", según udo saber el diario Clarín.
El documento del área de Trabajo, que fue elaborado por la ANSeS, lleva como encabezado el sugerente título de "Las promesas incumplidas del Régimen de Capitalización". Allí, en base a lo que pasó desde 1994 cuando comenzaron a funcionar las AFJP, se cuestiona los supuestos beneficios del régimen privado de jubilación.
Dice que el régimen no amplió la cobertura previsional como fue previsto, ya que el número de jubilados y pensionados bajó de cerca del 60% al 47%. Y sostiene que "la tendencia era a que la cobertura siguiera cayendo, si no se hubiesen tomado medidas de inclusión".
También se cuestiona la afirmación de que las AFJP ayudarían a mejorar las jubilaciones. "Los haberes del régimen de capitalización han sido bajos. De los 445.000 beneficiarios del régimen de capitalización el Estado concurre en el pago de los mismos en el 77% de los casos, 179.000 jubilados de capitalización reciben complementos para que su haber no sea inferior a la mínima garantizada. Además hay que resaltar que 33.000 casos tienen ya su cuenta de capitalización individual totalmente consumida, y por consiguiente es el Estado quien paga la totalidad de sus haberes".
Un tema vinculado es la caída de rentabilidad, que acumula un 20% real en doce meses.
Con relación a las comisiones que cobran las AFJP, el texto elaborado por el Gobierno dice que "han sido altas, particularmente en cuanto al problema de diseño que las establece sobre los salarios brutos". Además, señala que "por la política de reducción de aportes para los afiliados a este régimen llevada adelante en el año 2001 la comisión sobre el aporte ascendió en promedio entre 2001 y 2003 a cerca del 60% de la suma aportada por cada trabajador. Es decir, no sólo hubo una decisión contraria a la vida previsional de cada trabajador, sino que también el monto capitalizado durante este período fue casi inexistente".
El documento se extiende también en criticar la promesa de que las AFJP colaborarían con el desarrollo del mercado de capitales y que el sistema contribuiría al incremento y al blanqueo laboral.
A modo de conclusión --y sin adentrarse en un análisis del rol del Estado en los sistemas previsionales, ni de cuestiones relativas a la distribución del ingreso--, el documento plantea: "El sistema de capitalización no es una adecuada respuesta para la problemática previsional. Podría a lo sumo ser un pilar voluntario de ahorro individual."
Dado el nivel de títulos públicos que tienen las AFJP en su cartera (cerca del 60%) puede concluirse que tenemos algo parecido a un "régimen de reparto caro". Intertemporalmente los ingresos originados en el rendimiento de dichos papeles son impuestos futuros y por lo tanto una nueva redistribución intergeneracional. Por esto es intrínsecamente parecido al financiamiento de reparto. Sin embargo en el medio el Estado paga tasas de interés por estos fondos y los particulares sufren comisiones de alto nivel. Aun con el tope del 1% impuesto por la Ley 26.222, la comisión representa el 9,1% de lo aportado por cada trabajador.
"El sistema de capitalización ha demostrado ser conceptualmente inadecuado en términos generales. La actual crisis sólo pone brutalmente en evidencia estas cuestiones. Particularmente por la caída de los activos financieros que hace evidente que el Estado tendrá que salir a rescatar de una forma u otra a los futuros jubilados del sistema."